Los Juegos Olímpicos de Tokio afrontan este domingo su duodécima jornada de competición, en la que la selección de hockey hierba del logroñés Pau Quemada se juega el pase a las semifinales, donde ya se acarician las medallas.
El combinado español ha ido de menos a más en el torneo, llegando a verse virtualmente eliminada al finalizar la tercera de las cinco jornadas de la fase de grupos, en las que solo había sumado un punto de nueve posible. “La hemos cagado”, sentenció Quemada tras caer 0-3 contra India, pero el equipo nacional no había dicho su última palabra.
En las dos últimas citas de la fase de grupos reaccionaron los ‘redsticks’, con un apabullante triunfo frente a la anfitriona Japól (4-1) que les armó de moral para afrontar el ‘más difícil todavía’ de la última jornada: jugar frente al líder del grupo (la invicta Australia) estando obligados, además, a puntuar. Y ahí el jugador logroñés remató la fase de grupos como la había comenzado: marcando el gol salvador de su equipo para firmar un empate (1-1) que certificaba el pase a cuartos de final.
Con esa garra frente a Japón y Australia, el equipo español salvó una honra inmaculada desde Sidney 2000, ya que en los últimos cuatro Juegos (Atenas, Pekín, Londres y Río) la selección acabó entre los ocho mejores equipos del torneo (logrando en Sidney, además, la medalla de plata). Tanto en Londres 2012 como en Río 2016 contribuyó al digno papel de los ‘redsticks’ un Pau Quemada que ya ha anunciado su retirada tras la cita de Tokio, por lo que el jugador logroñés quiere cerrar su carrera con el buen sabor de boca que dejan siempre las medallas.
Pero para tocar metal antes hay que pasar a semifinales y el obstáculo de este domingo no es menor. La selección se mide en Oi (11.30 horas) a la temible Bélgica, que ha acabado líder de su grupo sin conocer la derrota y con resultados que infunden miedo: 3-1 contra Holanda, 3-1 contra Alemania; 9-4 contra Sudáfrica, 9-1 contra Canadá y 2-2 contra Gran Bretaña. Números que convierten al rival de España en el mejor equipo de lo visto hasta el momento en Tokio 2020, con 13 punto de 15 posibles y un bagaje de 26 goles encajados por solo 9 en contra.
El equipo de Pau Quemada se enfrenta, por tanto, al duelo más difícil posible, pero tratará de aprovechar su rol de ‘tapado’ para dar la sorpresa y hacerse un hueco entre los cuatro mejores equipos de los Juegos.
