El Rioja

Una nueva vendimia a la sombra del COVID-19 que ya vislumbra su arranque

Por segundo año consecutivo, esta vendimia también será la del COVID-19, donde el control sanitario abandere el desarrollo de la campaña agraria que mayor número de desplazamientos ocasiona en La Rioja. Durante dos meses, semana arriba, semana abajo en función de aquellas variedades más tempranas y más tardías, la tierra del vino se copa de tractores, remolques, cestos y saca uvas en un ambiente que huele y sabe a vino.

La vendimia 2021 se desarrollará con unos rendimientos amparados del 95 por ciento, con 6.175 kilos de uva tinta por hectárea y 8.550 kilos de blancas, mientras que el cinco por ciento restante se destinará a vino común. Ya el año pasado, ante el declive de las ventas de vino registrado a partir de marzo, las normas fijadas para la vendimia se basaron en una reducción de la producción amparada al 90 por ciento.

El 18 de octubre de 2020, la última actualización del Arrastre Diario de Recepción de Uva en Bodega arrojaba un total de 408.859.424 kilos recogidos (362.684.705 de uva tinta y 46.174.719 de blanca), reflejando un ‘superávit’ de uva de casi diecisiete millones de kilos respecto a la anterior campaña.

A menos de un mes de arrancar la temporada en Rioja Oriental, un vistazo por las viñas de tempranillo blanco de la Cooperativa Viñedos de Aldeanueva, que cada año cruza primero la línea de salida, augura que será una cosecha “un poco más corta en kilos”. Su gerente, Abel Torres, tantea que se podrá comenzar a vendimiar la última semana de agosto observando el ciclo del envero, una semana más tarde que el año pasado, “aunque siempre pendientes de la evolución en campo tras los días de calor y sin olvidar los prolocolos sanitarios”.

“Pero este año la cosecha viene muy equilibrada. No ha tenido incidencia de fenómenos adversos y las enfermedades como el mildiu o el oídio se han controlado muy bien. Como apunte, tal vez las garnachas más tardías hayan cuajado menos que el años pasado, al ser variedades más sensibles a los cambios meteorológicos. Pero en general se espera una buena campaña en nuestra zona tanto ne términos sanitarios como de cantidad”, añade.

Dispositivo sanitario a punto

Desde la capital riojana, el concejal de Servicios Sociales y Desarrollo Comunitario, Iván Reinares, ya anunció que Logroño volverá a preparar un dispositivo extraordinario de acogida donde proporcionar la mejor atención posible a las personas temporeras. El consistorio prevé que la Universidad de La Rioja vuelva a ser el refugio para 105 desplazados durante el tiempo que dure la campaña de vendimias (el año pasado estuvo abierto entre el 7 de septiembre y el 7 de octubre), con posibilidad de aumentar el aforo si las condiciones lo permiten.

Asimismo, en el marco de la atención sanitaria relacionada con el COVID-19 que se prestará a dichas personas, la ciudad trabaja con la Consejería de Salud para estudiar la posibilidad de vacunar a aquellas personas temporeras que lleguen a la comunidad y todavía no cuenten con la pauta completa de la vacunación contra el virus. Ya lo ha manifestó recientemente la consejera de Agricultura, Eva Hita, al afirmar que “por supuesto que se contempla vacunarles” y asegurar que “se harán todas la pruebas diagnósticas pertinentes para garantizar la continuidad y seguridad de las tareas agrarias”.

Ya el dispositivo extraordinario habilitado durante la anterior campaña evidenció la eficacia del Protocolo de campañas agrícolas seguras del Gobierno de La Rioja. “Gracias a la detección precoz y la anticipación para cortar la cadena transmisión y evitar brotes” la vendimia 2020 se saldó con tan solo un dos por ciento de positivos entre estos trabajadores temporales, un total de 35, de las 1.720 pruebas realizadas.

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