El Sindicato Riojano de Policías y Funcionarios (SRPF) ha informado este lunes de la agresión violent que sufrieron una agente y un oficial de la Policía Local de Arnedo el pasado viernes, mientras efectuaban una detención.
Según su relato, el suceso se produjo de noche, cuando la policía recibió un aviso de la Guardia Civil, “la cual, por carecer de patrulla, no podía acudir”. Así, se pusieron en ruta un oficial y una agente en periodo de prácticas de la Policía Local, que localizaron un vehículo que coincidía con la descripción facilitada por el instituto armado.
Al tratar de identificar al conductor, los agentes se percataron de que mostraba “evidentes síntomas de encontrarse influenciado bajo los efectos del alcohol”. Estaban en lo cierto: el test arrojó una tasa que duplicaba la máxima permitida.
El relato del sindicato indica que el conductor, “de gran corpulencia”, se mostró agresivo en todo momento “y terminó de estallar cuando se le informó de que conducir bajo los efectos del alcohol y negarse a efectuar las pruebas tiene la consideración de hecho delictivo, por lo que se le iba a detener”.
En ese instante “el conductor agredió mediante puñetazos y patadas a los agentes, que lo intentaron reducir mientras ambos recibían varios golpes en la cabeza e intentos de morder”. La situación revestía “tal gravedad que fue necesario que el agente que prestaba servicio en la central abandonara su puesto para colaborar en la detención y así, entre los tres, llevarla a efecto”.
Tanto la agente como su oficial necesitaron asistencia médica al sufrir lesiones y abrasiones, “sobre todo en cabeza y extremidades, no pudiendo prestar servicio los días posteriores al del suceso”.
“Policías desprotegidos”
El SRPF denuncia que este “es solo un ejemplo más de la desprotección que sufren los policías locales de las diferentes cabeceras de comarca que, con una sola patrulla en la calle, tienen que sufrir estas situaciones, ya que por desgracia nuestros compañeros de Guardia Civil tienen que cubrir un amplio radio de acción y en ocasiones no disponen de patrulla”.
Igualmente, “se percibe que en el ámbito nocturno la vuelta a la normalidad sufre una escalada de violencia sin precedentes”. Así, el sindicato cita ejemplos como las agresiones sufridas por dos policías del turno nocturno en Calahorra el pasado 13 de junio, con el resultado de dos agentes heridos.
La organización recalca que el trabajo de policía local no está considerado como profesión de riesgo, mientras que el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad si lo está. Por ello, demanda más policías en la calle “para acometer con garantías estas violentas situaciones que están desembocando en una mayor inseguridad ciudadana”.