Participar en unos Juegos Olímpicos es algo con lo que sueñan la mayoría de los deportistas de élite. Conseguir el billete que da acceso a los mismos precisa de muchas horas de entrenamiento, sacrificio, constancia y lucha. Bien lo sabe el púgil Gazi Jalidov, quién llegó a Logroño con 10 años junto a su madre y su hermano tras tener que dejar atrás su Rusia natal. Fue aquí donde se enganchó al mundo del boxeo, y aunque el camino para llegar hasta donde está ahora no ha sido de rosas, Jalidov ha cumplido su primer sueño: estar en Tokio para enfrentarse a los mejores boxeadores en su categoría de menos de 81 kilos.
– ¿Cómo entró el boxeo en su vida?
– Lo conocí estando ya en La Rioja, a través de mi hermano. Él se apuntó a boxeo, vino un día a casa y guanteamos juntos. Me gustó, decidí apuntarme yo también y hasta ahora.
– ¿Qué significa para usted este deporte?
– Para mi lo es todo. Es mi vida. Porque llevo un montón de años ya boxeando, es lo que hago todos los días. Siempre quise llegar a lo más alto del boxeo. Para lograrlo, uno de los primeros pasos es clasificarse para los Juegos Olímpicos y ya lo hemos conseguido. Siempre quise ir a unas Olimpiadas y por fin he llegado a conseguir el billete para estar ahí y demostrar que tengo el talento y el potencial para lograr una medalla de oro, si Dios quiere.
– ¿Cómo ha sido la experiencia previa para lograr ese billete?
– Ha sido muy dura. No es fácil conseguir lo que hemos conseguido, porque aquí en La Rioja prácticamente no hay boxeo y el nivel es muy bajo. Y en España en general pasa lo mismo. Entonces es muy difícil clasificarse para unos Juegos y lograr lo que hemos conseguido. Nos hemos clasificado cuatro personas, porque me he clasificado junto a tres compañeros del equipo nacional. Hemos hecho historia. Esto es lo que llevo persiguiendo un montón de años.
– ¿Cómo se prepara un deportista de su nivel para esta competición?
– El trabajo es prácticamente el mismo de siempre. Yo convivo en Madrid en la residencia Joaquín Blume, que es un centro de alto rendimiento para deportistas, allí es donde nos concentramos todo el equipo y entrenamos. Normalmente hacemos dos entrenamientos al día, uno por la mañana y otro por la tarde. Así durante toda la semana, pero todo depende de las etapas. Lo enfocamos de distinta forma si estamos cerca de la competición o es solo de carga.
– ¿Qué espera de esta experiencia?
– Lo que espero es conseguir la medalla de oro después de tantos años de sacrificio, constancia, lesiones, mucho sudor, mucha sangre… No es fácil llegar aquí.
– ¿Qué cree que va a encontrar en Tokio?
– Dicen que esta olimpiada va a ser diferente por el COVID. No vamos a poder salir de la villa olímpica ni nada, pero yo sinceramente a lo que voy es a boxear y a hacerlo lo mejor posible para traerme esa medalla. Al final lo que lo rodea está muy bien pero estoy más centrado en hacer mi trabajo bien.
¿Qué significa La Rioja para usted?
– Después de haber recorrido toda Europa por circunstancias de la vida, acabé aquí en Logroño. No se por qué, el destino fue así. La verdad que estoy muy bien aquí. Me han acogido muy bien y estoy muy contento. Se vive bien aquí. Se vive tranquilo. La comida me gusta, el tiempo también. Que más puedo pedir. Estoy aquí, como se dice, de puta madre.
