Los grandes estrenos, las palomitas y los refrescos no son lo mismo desde la aparición del COVID-19; tras el cierre de los establecimientos no esenciales hace un año largo, la vuelta de los cines no ha sido la misma. La afluencia de espectadores respecto a 2019 ha caído a un cuarenta por ciento. La costumbre que permanece en algunos ciudadanos tras el confinamiento de salir menos de casa, el horario diurno al que ahora muchos vecinos han adaptado sus vidas tras los toques de queda e incluso el auge de las plataformas son algunos de los motivos por los que los cines han visto mermado el flujo del público.
En la reapertura de las salas, el Gobierno de La Rioja, por ejemplo, impuso la prohibición de comer y beber dentro de estos recintos en ninguna de las fases del semáforo de las restricciones sanitarias. Otro freno al regreso frente a la gran pantalla. El gerente de los cines 7 Infantes, Alfredo Cordero, evalúa la situación como mala, “porque los espectadores no quieren venir si no pueden comer y beber dentro de las salas.
Ellos mismos son los que nos lo indican. Los que vienen a ver cine más serio, como las películas de los Goya o de los Oscar, público más cinéfilo, no habitúan tanto a comer en la sala durante este tipo de películas. Cuando entra la época estival, el cine y el público suelen ser más palomiteros. Ahora disponemos del 75 por ciento del aforo, sí, pero casi que preferimos que bajaran el aforo y que pudieran comer, para que vengan más espectadores”.
Cordero valora el uso de estas plataformas como “una novedad que venía pisando fuerte desde hace unos años. Éramos conscientes de su llegada y que lo hacían para quedarse, pero la pandemia ha acelerado su proceso”. Durante el confinamiento, el crecimiento de las plataformas que distribuyen contenidos en línea, como Netflix, HBO o Prime Video, fue de un 49,8 por ciento en la web, según datos de Smartme Analytics.
Apertura de las salas
Hasta esta semana, los cines 7 Infantes solo abrían sus puertas de miércoles a domingo. “No nos podíamos permitir abrir más por un tema de costes y personal. Todavía tenemos trabajadores en ERTE parcial”. Pero con la llegada del periodo estival y el cambio de rutinas de los logroñeses, han decidido abrir también los martes. “En invierno es un 80 por ciento de los espectadores los que acuden durante los fines de semana, pero en verano las dinámicas de la gente cambian. Los días festivos quienes no están de vacaciones se van al pueblo o pasan el día fuera, por lo que a nosotros nos vienen a ver durante la semana”.
Aun así todavía no han vuelto a su normalidad pre-pandemia. Los espectadores tampoco cuentan con las sesiones nocturnas, situación que, según indica el gerente de los cines, va a continuar hasta que las restricciones cambien. “En las sesiones de la noche venía mucha gente y directamente cenaba aquí dentro, hasta que no puedan volver a hacerlo no vamos a volver a implantarla”, afirma.
