La Rioja

La hostelería calagurritana entiende la suspensión de las fiestas

Una vez más, quizás uno de los sectores más afectados por la cancelación de las fiestas calagurritanas vuelve a ser la hostelería del municipio. Un sector que lamenta la suspensión pero la ven como la medida más sensata. “Personalmente, creo que se ha aplicado el sentido común. No nos podemos dejar llevar por la emoción y sabemos que si se celebran las fiestas esto es lo que va a pasar”, dice Miguel Espinosa, de El Albergue, presidente de la asociación de hostelería calagurritana.

“Llevamos un año muy duro y creo que hablo por todos si digo que preferimos trabajar despacio, como lo estamos haciendo en estos momentos, y no celebrar unas fiestas y que los casos empiecen a aumentar y nos veamos obligados luego a tener que cerrar”, dice asegurando que sería una situación que muchos no podrían volver a superar. “Ojalá pudiesen celebrarse, pero hay actos que son imposible de llevar a cabo y luego los que pagamos somos siempre los mismos”, recuerda.

Plantea así una posibilidad. “Creo que se podría proponer para el año que viene algún día más de fiesta en marzo por el esfuerzo de la población durante este año, pero ahora lo importante es darle el ultimo empujón a la vacunación y no hacer cosas que puedan complicarla por el camino. Estamos seguros de que si todos ponemos sentido común a esto ya no le queda nada”, dice.

Sigue teniendo una espinita clavada. “No hemos podido demostrar que la hostelería hubiera sido una parte de la solución de todo esto y eso me da mucha pena aún”, termina.

Otros hosteleros como Esteban Martinez, de La Comedia, ni siquiera han tenido tiempo de hacer una valoración de la medida. “Ahora estamos al trabajo. Todavía no he tenido tiempo ni de pensar si estoy a favor o en contra”, comenta.

Para Montse Barrios, de ‘Montserrat 2.0.’ la suspensión de las fiestas tampoco ha sido una buena noticia. “Sabemos que hay muchas cosas que no se pueden hacer, pero habrá otras que sí”, comenta. Ella entiende que la situación no es fácil y que había que tomar una decisión u otra, pero cree que durante “estos días sí se pueden hacer muchos actos con todas las medidas de sanidad que se determinen”, comenta. “También te digo que lo que ninguno queremos es celebrar unas fiestas para luego estar cerrados un mes, como pasó en Navidad. Ahora mismo te diría que prefiero que me normalicen los horarios y se pueda ampliar por la noche un poquito más que el hecho de que se celebren las fiestas”, puntualiza rogando que si se terminan haciendo actos se repartan a lo largo de toda la ciudad para que toda la hostelería pueda beneficiarse.

Merche Virto, de Hotel Ciudad de Calahorra, veía venir la decisión desde hace tiempo. “Creo que todos éramos bastante conscientes de que esa iba a ser la decisión. De hecho, tengo eventos para esa semana que habitualmente no tienen lugar porque son fiestas, lo que era importante era saberlo pronto para poder organizar nuestros negocios”, explica. “La idea es hacer actividades esos días que den ambiente, pero que no se te puedan ir de la manos”.

Una decisión que en principio no parece haber caído como un jarro de agua fría a la hostelería calagurritana que, o creen que es la mejor opción de las posibles, o al menos ya tenían asumido que iba a ser esta y no otra.

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