La Rioja

Los docentes interinos reclaman la elección voluntaria de la jornada parcial

Año tras año, los interinos de La Rioja “estamos enganchados al ordenador pensando a qué destino nos tocará acudir en septiembre. Hay algunos que con suerte pueden elegir algo en el mes de julio. Otros tienen que esperar hasta septiembre para saber dónde pasarán el año, unos días o unos meses, pero eso es lo de menos”.

Así comienza su exposición la profesora Miriam Jiménez, quien, siguiendo e sentir popular de sus compañeros en desacuerdo con la Ley “que lleva años impuesta para los puestos de trabajo parciales en nuestra comunidad”, ha comenzado una recogida de firmas para trasladar a la Consejería de Educación su disconformidad con que “los maestros interinos tengamos que aceptar puestos de trabajo con jornadas reducidas y en ocasiones lejos de nuestros hogares”.

El objetivo de esta movilización es que los interinos sean escuchados por el Gobierno de La Rioja, que se modifique la normativa y que “podamos aceptar o no los llamamientos a estos puestos de trabajo”.

Han calculado que actualmente hay aproximadamente 2.100 maestros interinos y las jornadas que les ofrecen son desde jornada completa a jornadas de un tercios, media jornada o dos tercios de esta. El problema que encuentran es que se ven obligados a elegir plazas donde no les recompensa el horario o la distancia que tienen que recorrer para acudir a su puesto de trabajo con la compensación económica.

Jiménez ha explicado que su solicitud es sencilla. “Si alguien quiere una media jornada o un tercio de jornada porque quieren estudiar, les vienen bien para el cuidado de los hijos o porque están muy abajo en la lista, que tengan la opción de elegir esas plazas”. Actualmente, si no aceptan la plaza asignada a partir del segundo llamamiento, los interinos no vuelven a ser llamados ese año y pierden los puntos de disponibilidad que han ido ganando en anteriores cursos.

La maestra, que aprobó las oposiciones pero no tuvo suerte de obtener plaza fija, lleva años sufriendo esta situación. “Unos años me ha tocado más cerca, otros me he tenido que ir hasta Cervera. Hay gente a la que esto le ha pasado un año, a otra dos, en mi caso me lleva pasando cuatro años seguidos. Con este tipo de jornadas obligatorias es imposible tener una estabilidad”.

A razón de esta estabilidad, en muchas ocasiones los profesores interinos se ven obligados a intentar buscar otro trabajo complementario para añadir un plus a su salario y no tener que depender económicamente, si es que pueden, de otra persona. “El problema es que en muchas ocasiones no podemos compatibilizar ni dos trabajos, los horarios que se nos pone no nos lo permite. Se solapan los horarios y no podemos aceptar un segundo trabajo”, ha señalado Jiménez.

Lo que buscan es que esto cambie, que se suprima la obligatoriedad, porque han asegurado que siempre va a haber gente que quiera cubrir esa plaza. “Hay muchas personas que están deseando entrar en esa lista para trabajar”, ha concluido la maestra.

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