La tecnología debe de ser usada no solo con el objetivo de ofrecer nuevos servicios, sino también con modernizar procesos que permiten que todos los actores participantes ganen con su desarrollo. Con eso propósito nació el primer Gastro Bar integrado en la una plataforma de reservas enoturísticas online y que tuvo su primera puesta de largo en el evento organizado por Bodegas Franco Españolas “Suena el Verano con Diamante”.
La empresa JIG Digital puso en valor la tecnología solventado las acumulaciones de público cerca de la barra a través de un codigo QR en cada mesa para que los asistentes pudieran pedir y pagar de forma sencilla a través de su teléfono sin necesidad de instalar ninguna aplicación, y sobre todo permitiendo repetir el proceso de forma rápida sin tener que introducir los datos de compra una segunda vez. Un dato a destacar sobre este punto es que el 89 por ciento de los asistentes repitieron al menos dos veces un pedido.
“No solo buscábamos ofrecer un nuevo servicio que facilitara un proceso que hasta ahora llevaba a cabo personal acercándose a un mesa o los clientes haciendo cola en la barra, sino que también conseguimos vincular todo el proceso dentro del sistema de reservas. Esto ha permitido obtener datos sobre los gustos en blancos y tintos de los clientes que adquirieron las entradas, así como que casi el 50 por ciento de los pedidos fueron realizados por clientes que no habían adquirido las entradas, por lo que la base de datos aumentó tanto en usuarios como en calidad del dato obtenido”, destacan desde empresa.
Gracias al Data Centric Platform y a la integración de todos los datos de las diferentes herramientas que ofrece la plataforma de reservas enoturísticas se ha conseguido ofrecer a la bodega un completo sistema que no solo presta servicio a los clientes sino que también permite analizar su consumo, sus tendencias y comunicar con ellos basado en lo que realmente han consumido en su visita.
“La inteligencia añadida a los diferentes procesos del departamento de Enoturismo nos ha permitido comunicar a cada cliente basándonos exclusivamente en las acciones que los clientes han tenido con nosotros, obteniendo un incremento del 200 por ciento en las acciones realizadas a la hora de ofrecer nuevos productos y servicios a los clientes”, apunta el equipo de JIG.
En definitiva, una herramienta sencilla, compatible con cualquier dispositivo, apta para cualquier tipo de usuario, sin necesidad de instalar ningún sistema en la bodega o restaurante, usando la misma impresora de tickets usada hasta el momento para hacer pedidos de forma manual y que permite que sean los clientes los que soliciten qué es lo que quieren tomar, mientras la bodega se dedica a servir analizando los datos de forma automática al instante.
Los cambios en el comportamiento del usuario, derivados de la crisis del COVID-19, han facilitado la incorporación de herramientas que ayudan a vender más y mejor. Además, el desarrollo turístico de las bodegas camina de la mano de la incorporación de herramientas tecnológicas que suponen una importante mejora, no sólo de cara a la experiencia del cliente final, sino también de la del personal de bodega.
“En concreto, el desarrollo del Wine Gastrobar virtual nos ha ayudado a ofrecer un servicio en mesa, mucho más ágil y sin esperas y, al mismo tiempo, ha reducido el nivel de estrés de nuestro equipo de servicio, facilitando su trabajo y la gestión administrativa posterior de todos los pedidos o comandas. La experiencia global de nuestros clientes es mucho mejor y la productividad de nuestro personal también aumenta”, destacan desde la bodega.
Controlar los flujos y movimientos de personas, evitar tumultos y aglomeraciones y regular los aforos son aspectos básicos que se han de tener en cuenta en el desarrollo de la actividad turística y de eventos de los establecimientos y el uso de la tecnología que permite hacerlo con garantías. Este tipo de herramientas han llegado para quedarse y hacer la vida profesional y el ocio mucho más fácil.
