En la última semana Logroño ha sido el epicentro de un conflicto diplomático que ha puesto en jaque las relaciones entre España y Marruecos. El ingreso de jefe del Frente Polisario, Brahim Ghali, en el Hospital San Pedro desde el pasado 18 de abril “por causas humanitarias”, ha desembocado en la ola migratoria más numerosa de la historia de España.
Aún con todo, las líneas de comunicación entre ambos países “siguen abiertas” tal y como ha confirmado la ministra de Exteriores Arancha González Laya durante su visita al País Vasco este fin de semana a varios medios de Vocento. “El deseo de España es tener unas relaciones de buena vecindad y sólidas. Nunca buscamos el desencuentro con Marruecos, no lo queremos, no lo alimentamos”.
La ministra ha subrayado que lo que para muchos se ha hecho de forma totalmente confidencial, refiriéndose al ingreso de Ghali, “no se ha llevado a cabo en secreto, sino discretamente. No creo que acoger a un enfermo por razones humanitarias en un hospital público en España sea secreto”.
Además, ante la insistencia de que el jefe Polisario se encuentra en el centro sanitario con una identidad falsa, Sánchez Laya ha destacado que se hizo así “por razones de discreción, pero la entrada al país se hizo por vía absolutamente regular con su identidad verdadera”.
