La Policía Nacional ha detenido a una joven (30 años) como presunta autora de la sustracción de numerosas joyas y efectos personales. Dicha sustracción se habría realizado en un antiguo domicilio familiar. Una de las perjudicadas denunció en abril que habían desaparecido varios objetos. En concreto, de un joyero en el interior de un armario de su habitación en una casa que posee toda la familia en común. La puerta no había sido violentada ni había otros signos de robo.
Tras la denuncia, la investigación se centró en el círculo más próximo a la familia. Los agentes recopilaron información acerca de aquellas personas que tenían o habían tenido llaves de la vivienda. Determinaron entonces que la sustracción se había producido por uno de las familiares. Esta había aprovechado esa situación para realizar la sustracción cuando acudía al domicilio.
La situación no hizo sospechar ni percatarse de la sustracción de los efectos y joyas, circunstancias que había aprovechado la presunta autora para sustraer poco a poco a lo largo de varios meses las joyas familiares y así evitar la detección por el resto de familiares. Posteriormente, las había vendido y “dado salida” en diferentes casas de compraventa de oro y metales preciosos de la capital riojana durante todo el 2020.
La presunta autora obtuvo una cantidad muy inferior a la valoración real de las piezas y joyas. En la venta en estos comercios, únicamente se tiene en cuenta el peso y no su diseño o precio real del mercado en el momento de la adquisición. Tras acabar con las investigaciones, los agentes detuvieron a la autora de los hechos: una mujer de 30 años de edad, de nacionalidad española y con domicilio en Logroño, a la que le constaba una detención anterior por otros hechos delictivos.
