Entrevista

Álex Dorado: “Los parques eólicos son una oportunidad para muchos pueblos”

Álex Dorado: “Los parques eólicos son una oportunidad para muchos pueblos”

Los espacios naturales protegidos en La Rioja ocupan dos tercios de la superficie total de la comunidad. Algunos de ellos dentro del área Red Natura 2000, otros por ser zonas de interés agrícola especial o por albergar figuras de protección del medio ambiente donde bajo ningún concepto pueden levantarse instalaciones de generación de energía. En el territorio restante entran en juego diversos intereses que prenden la llama.

El consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado, recalca la exigencia en la protección del medio ambiente y profundiza con serenidad sobre lo que a muchos está quitando el sueño a pesar de tratarse, por el momento, de unos anteproyectos “en una fase muy inicial” que han de superar todavía un “complejo y exhaustivo examen“.

– ¿Por qué estas zonas de La Rioja Baja han sido las elegidas para la instalación de fuentes de energías renovables cuando esta comarca ya acoge los catorce parques eólicos que funcionan en la comunidad?

– Teniendo en cuenta los espacios naturales protegidos en La Rioja, solo un tercio de la región está autorizado para implantar este tipo de instalaciones siempre y cuando se cumpla con la normativa ambiental vigente. A la hora de colocar estos parques se tienen en cuenta las condiciones de viento, la proximidad a las subestaciones, porque se ha de construir una línea eléctrica de evacuación de la energía, así como la capacidad de cada una de estas. En este caso, la de Santa Engracia del Jubera es la que más vacía está, frente a la de Haro o Quel, que están casi al completo.

– ¿Y a qué se debe ese aluvión de solicitudes de proyectos en tan poco tiempo?

– Se ha producido esta acumulación de parques porque desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que gestiona los permisos de evacuación necesarios para iniciar los procesos, vio que había posibilidad de que muchos de ellos fueran especulativos. Es decir, que una promotora compraba ese permiso, pero sin tener ningún proyecto, solo con el fin de venderlo más caro. Así que para luchar contra eso se fijó que todo aquel que tuviera un permiso de evacuación debía contar con un proyecto. Por eso se han juntado 26 parques en lugar de repartirse en el tiempo. Ante esto, también se quiere evitar la acumulación de impactos medioambientales, así que se exige una evaluación del impacto como si ese parque que ya está en trámite existiera ya.

– ¿Hay nuevos ejes de trabajo en cuanto a la preservación del medio ambiente?

– Ya anunció la consejera Eva Hita, competente en cuanto a la ordenación del territorio, que se va a revisar la Directriz de Protección de Suelo No Urbanizable, y nosotros vamos a ampliar durante esta legislatura la Red Natura 2000 con la que nos vinculamos a lo más estricto de la evaluación ambiental. Es una vocación de este Gobierno ser más protectores y cultivar esa conservación de la naturaleza y creemos que en La Rioja hay muchas zonas que merecen ser consideradas áreas protegidas. Nosotros actuamos como guardianes del territorio para que los valores naturales se preserven.

– Una ambición por ampliar el territorio protegido que choca con el interés de ampliar el número de instalaciones de fuentes de energías renovables. ¿Cómo se puede alcanzar el equilibrio entre desarrollo sostenible y preservación del paisaje natural?

– Ahí está el secreto, pero tenemos los instrumentos suficientes para hacerlo posible. La meta establecida es llegar a los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 donde se fija en un 74 por ciento el volumen de renovables en la generación de energía eléctrica, lo cual se ha de compatibilizar con la protección del medio ambiente y la biodiversidad, que también está en crisis. Además, recientemente hemos adoptado una instrucción para vincularnos a las guías de buenas prácticas del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.

– ¿Qué valoración hace de ese miedo a un efecto de éxodo rural que muestran los vecinos de los valles afectados? 

– Las quejas que hay ahora son sobre unas expectativas y una evaluación subjetiva. Muchos de esos parques, finalmente, no tendrán futuro mientras que otros sí. No hay que olvidar, sin embargo, que no hay nada más peligroso para la agricultura y el paisaje que el cambio climático, así que tenemos que ser capaces de compatibilizar la protección de la biodiversidad con la lucha contra el cambio climático. Nuestro papel, en cambio, es realizar una evaluación objetiva en base a la legislación para pasar a examen esos niveles de los que se quejan. Las opiniones son diversas y por eso hemos presentado una guía explicativa para combatir la desinformación entre la ciudadanía.

– Más allá de esa apuesta por las renovables, ¿cuál es el punto positivo que tienen este tipo de proyectos?

– Creemos que cuando un proyecto de este tipo está bien planteado, cumple con el filtro normativo y garantiza el respeto al medio natura es compatible para el desarrollo rural. Ya lo está siendo para muchos municipios, donde una instalación de energías renovables genera una fuente de recursos importante para el pueblo. Serán los ayuntamientos quienes decidan su destino, pero esperamos que inviertan en proyectos que sirvan de revulsivo y de motor socioeconómico en esas localidades. Es una oportunidad para muchos pueblos.

– ¿Cómo funciona esa compensación económica para estas administraciones municipales?

– Lo primero, sobre todo, es a partir del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles que pagan las promotoras por esas instalaciones. Luego, además, generan puestos de trabajo en el momento de la construcción y en el momento del mantenimiento. Se calcula que en La Rioja, con la actual red de energías renovables desplegada, se generan unos 80 puestos de trabajo directos en la propia instalación y otros 85 indirectos.

– ¿A dónde va a parar la energía que actualmente produce La Rioja y en qué porcentaje es renovable?

– Actualmente, generamos un cincuenta por ciento más de la demanda que tenemos, así que un tercio de la energía que generamos sale fuera de la región, aunque en algunos casos puede volver a entrar de forma indirecta. Esto no es un mercado autonómico sino nacional e incluso internacional porque hay intercambios con Francia o Portugal, por ejemplo. En 2019 producíamos ya el cincuenta por ciento de la energía renovable en La Rioja, pero el objetivo es alcanzar ese 74 por ciento para 2030. La demanda, además, va a aumentar porque cada vez enchufamos más cosas y hay que intentar que la generación crezca a la par que ese consumo. Si todos los proyectos de parques llegasen a hacerse realidad cumpliríamos ese requisito del Plan Nacional.

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