No había terminado el Logroñés – Girona y los aficionados riojanos ya miraban el calendario con estupor. Cuatro partidos por delante para conseguir una permanencia que cada vez se antoja más complicada. El conjunto blanquirrojo vuelve a los puestos de descenso que abandonó en la jornada 9 allá por el mes de octubre. Por delante, tres semanas de sufrimiento y nervios para vivir o morir en la categoría de plata porque todo terminará el 30 de mayo a eso de las once de la noche.
Vayan comprando desfribiladores para presenciar los encuentros contra el Leganés (16 de mayo) en Butarque, el Fuenlabrada (19) en Las Gaunas, el Almería (24) en el estadio de los Juegos del Mediterráneo y Las Palmas (30) en Logroño. Todo ello después de una nueva derrota frente al Girona (1-4) en la que el equipo riojano ha vuelto a mostrar su peor cara. Dos puntos de los últimos doce posibles, pese a jugar contra dos rivales directos como Castellón y Cartagena (sólo un punto en ambos). No está siendo una buena recta final del campeonato para el Logroñés, que acaba de fundar la cofradía del clavo ardiendo por tener algo a lo que agarrarse en los próximos días.
Quien pensara que los blanquirrojos iban a conseguir una gesta heroica este domingo pronto ha salido de su engaño. Al cuarto de hora, Arnau ha marcado el primer gol visitante en Las Gaunas. Una falta de Petcoff en el centro del campo tras un mal control ha sido suficiente para que Gumbau sacara su guante a relucir. Balón al punto de penalti, mala marca de Medina y testarazo al fondo de la red por parte del defensa de Premià de Dalt. Así se las ponían a Fernando VII y así las ponen los equipos llamados a ascender en LaLiga Smartbank.
Perdido el centro del campo por parte del conjunto blanquirrojo, el Girona ha dominado sin oposición. No ha tardado mucho más el equipo catalán en confirmar la debacle riojana. Para el minuto 39, 0-2 en el marcador y caras tristes en los pupilos de Sergio Rodríguez. Córner y otra vez el guante de Gumbau a pasear por el césped de Las Gaunas. El centrocampista de Camplloch ha puesto su mano izquierda sobre el banderín, avisando así de lo que estaba por ocurrir. Lo ha entendido Stuani. No lo ha entendido la defensa del Logroñés. Esférico al punto de penalti y un remate del ariete uruguayo más solo que un candidato de Ciudadanos en 2023. Gol. Mala tarde para soñar con la permanencia.
Tras la reanudación, pese al intento de Sergio Rodríguez de mover banquillo dando entrada a Sierra y Bogusz por Petcoff y Medina, la película de terror para los riojanos ha continuado con su guión inicial. Un penalti de Bobadilla en el minuto 56 propiciaba el tercero de la tarde. Pisotón a Stuani, aviso del VAR al colegiado Sánchez López y segunda dosis de la vacuna uruguaya. 0-3. Visto para sentencia. Poco que comentar de un encuentro en el que el Logroñés no ha comparecido frente al quinto clasificado.
A falta de cinco minutos para el final, Juanpe ha hecho el cuarto. Falta ensayada por encima de la zaga para Mamadou Sylla, rechace de Roberto Santamaría y gol del defensa de Las Palmas de Gran Canaria. Ha bajado tanto de pulsaciones el partido que hasta el Girona se ha relajado. Pasado el minuto 90, Rubén Martínez ha maquillado el resultado para celebrar su debut como goleador en Segunda División. Una contra frente a Juan Carlos, balón picado y gol. Y ya estaría. Tristeza riojana, alegría catalana y calculadora en la mano para vivir cuatro jornadas de infarto. Lo pasado, pasado está. A jugarse la vida a cara de perro.
