La hostelería logroñesa encuentra algo de alivio en la “hora extra” que han ganado para el cierre de sus locales a partir del próximo domingo, aunque manifiestan que solo se trata de una hora más.
Ferdinando Battista, expresa su satisfacción por partida doble, ya que es socio de dos negocios beneficiados por la misma: los restaurantes La Trattoria y Bococa y el bar de copas The Club, ambos en la logroñesa Bretón de los Herreros. “El horario no me parece mal; lo he hablado con mi socio y nos da mucho más alivio. Por lo menos podemos respirar un poquito”, afirma, si bien tampoco hay lugar para la euforia.
Porque el empresario se muestra preocupado por el posible hecho de que, al decaer el toque de queda, la gente pueda continuar en la calle o reuniéndose por la noche en lugares privados. “Que tengamos que cerrar a las doce de la noche no impide que luego la gente se marche por ahí”, asegura, recalcando que “en los bares y restaurantes la seguridad esta mucho más controlada”.
Por ello, Battista señala que “nos hubiera gustado que se hubiera quedado el horario del verano pasado, es decir, hasta la una”, pero se muestra satisfecho: “Nos viene bien porque estábamos super ahogados”. Además, “que se mantengan el aforo y las distancias también nos parece positivo porque es una manera de controlar esta pandemia, que esta dejando muchos problemas”.
En similar sintonía se expresa Héctor Rivas, empleado de La Mejillonera, pues reclama un pequeño aumento en la hora de cierre de sus locales. Aun así, afirma estar “en cierta parte aliviado” con las nuevas medidas implantadas por parte del Gobierno de La Rioja.
Por su parte, Kseniia Smartseva, de la Esquina del Laurel, ve positiva esta hora que ha aumentado el Ejecutivo regional en su horario de cierre, puesto que asegura les “da un poco de margen”. “No solo por la caja, sino para que la gente se pueda repartir un poco más”, añade.
Smartseva se muestra “preocupada” por cómo pueda actuar la gente ante estos nuevos cambios: “Nos da miedo que la gente la vuelva a liar y nos vuelvan a cerrar a la hostelería de manera completa. Muchos compañeros no aguantarían pasar otra vez por esa situación”. Ella solo espera que la gente “no se vuelva tan loca” y que, con la aportación de todos, poco a poco la pesadilla de la pandemia vaya quedando atrás.