El BM Logroño ha vuelto este sábado a los entrenamientos, tras superar los positivos por COVID-19 y su correspondiente periodo de cuarentena, la tercera en la que va de temporada. Una campaña muy complicada, con la pandemia siempre de fondo. Y además, la salida de Domen Sikosek durante el pasado mes de marzo. Meses movidos donde el conjunto de Miguel Ángel Velasco ha tenido que mirar más allá de la pista con demasiada frecuencia.
Sin competir en Europa debido a la inseguridad generada por el coronavirus, los riojanos centran sus esfuerzos en la ASOBAL. El parón les hizo perderse los encuentros frente a Cuenca y Granollers y los logroñeses disponen ahora de diez días para ponerse a tono. Lo que les viene a partir del 5 de mayo es tremendo: siete partidos en tres semanas. Un maratón decisivo por los puestos europeos, donde la pelea promete seguir hasta el final.
Foto: BM Logroño
El bloque del Palacio de los Deportes recibe al Ademar de León el miércoles 5 de mayo. Y a partir de ahí, non-stop: visita a Frigoríficos Morrazo (8 de mayo), recibimiento a Cuenca (12) y a Puerto Sagunto (15), viaje clave a Granollers (19), otro viaje a Pamplona (22) y el partido clave, el último de la temporada, ante Huesca en Logroño (25). Un ritmo que pondrá a prueba todo el aguante físico de los franjivinos. Todo ello, cuando los franjivinos habían logrado velocidad de crucero.
Y es que Logroño consiguió cinco victorias consecutivas, algunas de ellas por un margen amplio: +12 en la cancha de Cisne, +8 frente al Guadalajara, +7 recibiendo al Benidorm. Perjudicados por una temporada en forma de carrera de obstáculos, los pupilos de Velasco han pagado el desgaste, los parones y también, las lesiones que han cebado el lateral derecho (Oswaldo, Ceretta). Lo han hecho en forma de irregularidad, con momentos de altibajos y montaña rusa. Lo normal, vistas las circunstancias.
Sea como sea, los riojanos retornarán a la competición con 38 puntos y dos partidos menos. Con el Barcelona ya campeón, la lucha se centra por detrás de la tabla. Segundo es el Bidasoa (45), tercero el Huesca (40) y cuarto, el Granollers (39), que marca el límite de las plazas continentales. Quinto se sitúa Logroño, que depende de sí mismo para meterse en Europa. Sexto es Cuenca (37) y el séptimo es Ademar (34); precisamente el próximo rival.
