“Estamos a las puertas de la cuarta ola”. Era el escueto pero directo mensaje enviado por la consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, Sara Alba, el pasado miércoles. Por entonces, los indicadores atisbaban un repunte en los contagios que día tras día cobra fuerza en la región.
Este domingo la tendencia no ha cambiado, más bien al contrario. La última actualización de Salud sobre la evolución epidemiológica de la comunidad refleja un nuevo repunte de los contagios, al sumar a la curva de activos 37 nuevos casos para alcanzar los 313, el dato más alto desde el 22 de febrero.
El registro constata que la preocupación ante la llegada de la cuarta ola está justificada, ya que La Rioja ha duplicado sus cifras de contagios en solo diez días: tenía 144 vecinos afectados por COVID el 18 de marzo y hoy tiene 313.
La Rioja Baja, otra vez en alerta
El análisis de las incidencias acumuladas (IA) vuelve a situar a La Rioja Baja como zona de máxima preocupación en este nuevo escenario de la pandemia. A fecha del pasado viernes (última actualización de Salud al respecto), hay tres localidades riojanas en “riesgo extremo” por la evolución de la crisis sanitaria: el triángulo formado por Arnedo, Pradejón y Cervera del Río Alhama.
La Ciudad del Calzado cuenta con una incidencia de 423 casos por cada cien mil habitantes en los últimos 14 días y la evolución de su IA a siete días no es alentadora: 248 casos por cada cien mil habitantes. En Pradejón, la IA a 14 días se eleva hasta los 620 casos, pero es Cervera la localidad más azotada por el COVID en estos momentos: varios brotes han disparado sus incidencias (tanto a 14 como a 7 días) hasta los 741 casos por cada cien mil habitantes, al notificar 17 positivos en la última semana.
Volviendo a la intervención de la consejera de Salud el pasado miércoles, “las dos próximas semanas pueden acelerar y precipitar la llegada de la ola si nos relajamos con el cumplimiento de las medidas vigentes”. El tiempo corre y la llegada de la cuarta ola se deja notar en los gráficos de la comunidad, con especial incidencia en La Rioja Baja.
