CARTA AL DIRECTOR

‘¿Desaparecen los Equipos de Orientación Educativa?’

Escucho al consejero de Educación anunciar que los Equipos de Orientación Educativa van a desaparecer para dar paso a orientadores que formen parte de las plantillas de los centros educativos. Como es natural, estas declaraciones han causado inquietud en el colectivo de orientadores. ¿Cómo se puede hablar de dar carpetazo y deshacer una estructura consolidada, sin haber consultado siquiera a los profesionales implicados, sin un análisis de las causas y las motivaciones de tal cambio?

Para los que no sepan de qué hablamos, la Orientación Educativa actualmente se estructura en tres niveles. La actuación a nivel de aula, que realizan el tutor y todos los docentes, como parte de su función; las actuaciones del Departamento de Orientación en Secundaria, a nivel de centro; y los EOEP (Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica) a nivel de sector, que atienden los colegios de Infantil y Primaria. A esto último es a lo que nos referimos.

Comencé a trabajar como orientadora hace once años. Como tantos interinos, he tenido suplencias cortas, largas, de mi especialidad, de otras… Primero en Institutos y más tarde en los Equipos de Orientación.

En los IES siempre echaba en falta la asesoría y tutorización de alguien con experiencia, y me sentía como una isla en medio del océano, sola. En ocasiones, con despachos y departamentos sin recursos, una vez sin despacho siquiera, y con centros de más de 500 alumnos y alumnas. Cada curso había que adaptarse al nuevo instituto, conocer su forma de funcionar, lidiar con los recelos y las desconfianzas que se generan al ser novata, atender con la mejor disposición a las familias y al alumnado, organizar y dirigir un departamento … aparte de las funciones compartidas de guardias, clases, evaluaciones, etc. En la mayoría de centros hay decenas de docentes, pero suele haber solo un orientador. Aprendía por ensayo y error, cometiendo fallos, improvisando, apoyándome en mi formación y hablando, cuando podía, con otras compañeras que habían pasado antes por lo mismo. Si tenías la suerte de repetir en un centro y poder trabajar un curso completo, era algo más fácil, puesto que ya conocías el funcionamiento, los plazos, los programas y, sobre todo, el alumnado. Porque no hay que olvidar que en el centro de toda nuestra actuación están ellos, los alumnos y alumnas, nuestro objetivo fundamental.

Cuando comencé en los Equipos de Orientación la situación que encontré fue diferente. Había compañeros y compañeras que me guiaban, podíamos compartir y discutir casos, me asesoraban en las cuestiones más técnicas. No hay que olvidar que hablamos de alumnado con necesidades de apoyo y nuestras decisiones influyen en sus vidas. Además, se valoraba el tiempo para la formación, la especialización, el aprendizaje mutuo. El trabajo en los colegios era más organizado y tenía detrás una estructura que me apoyaba, con personas a quienes podía consultar, con pautas de actuación comunes, con reflexiones compartidas y procedimientos que se han ido consolidando en el sector que atendemos. En los Equipos de Orientación he ido creciendo como profesional, he aprendido a trabajar con una visión más amplia, me he formado y he adquirido estrategias que ahora me permiten ayudar a las personas que se van incorporando. Después de varios cursos en el mismo Equipo he tenido ocasión de consolidar una forma de actuar que va teniendo más reconocimiento y que en los centros educativos está muy valorada.

Nuestra labor, sea en un EOEP o en un Departamento de Orientación, es muy compleja. Eso lo sabemos antes de comenzar, contamos con ello. Pero se facilita y se potencia con una estructura que te da seguridad, con la que aprendes, te puedes involucrar, iniciar proyectos y experiencias. Y así te vas vinculando más con los colegios que atiendes.

Dudo mucho de que la atención que presto en el centro que atiendo mejorara por estar más horas en él, porque perdería gran parte de los recursos, técnicas y estrategias que ahora comparto con mis compañeras. La pertenencia a un Equipo de Orientación y el trabajo desde una estructura sectorizada te proporciona una concepción más completa de la Educación y la Orientación Educativa. Te permite tener una independencia de los centros que garantiza un asesoramiento y una colaboración más objetiva, poniendo el acento siempre en el beneficio del menor. Y da más credibilidad y valor a la figura del Orientador, ya que se posiciona siempre en una situación de colaboración y participación con los docentes y Equipos Directivos, no de dependencia.

En un momento de cambio de normativa y de fragilidad de los docentes e interinos, viendo nuestro estado emocional muy mermado por la situación actual que atravesamos y el curso tan complicado, nuestro puesto de trabajo comprometido por el próximo proceso de oposiciones, con unas necesidades urgentes de estabilidad laboral y personal, este tipo de declaraciones no hacen sino aumentar nuestra inquietud y malestar.

¿No sería más razonable realizar un análisis de la situación con los profesionales implicados? Creo que no hablo solo en mi nombre cuando expreso mi total colaboración para mejorar e impulsar la Orientación Educativa, pero con la fórmula del diálogo y el análisis de necesidades, mediante una evaluación de nuestro trabajo y unas propuestas que partan de nosotros, que mejoren y potencien nuestra actuación en los centros. Es verdad que las ratios son altas, que hacen falta más profesionales y formación especializada. Pero la estructura no es el problema. Es más, me atrevería a decir que podría ser parcialmente asumida también en Secundaria, aunque este es un punto sobre el que los compañeros y compañeras que atienden los institutos debieran de pronunciarse.

Así que, señor Consejero, la solución seguro que la encontramos; pero todos juntos, hablando y sin excluir a los directamente involucrados, sino escuchándonos antes; porque la mejora de la Educación también es nuestro compromiso.

*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.

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