El vino de Rioja afronta tiempos convulsos motivados por el afán secesionista de un pequeño sector de bodegas alavesas, que esta semana ha obtenido el respaldo del Gobierno vasco (obviando las alegaciones del Consejo Regulador de la DOCa y de dieciséis organismos más) para cursar ante la Comisión Euopea (Ministerio de Agricultura mediante) la futura Denominación de Origen Protegida (DOP) ‘Viñedos de Álava’.
Mientras los trámites administrativos avanzan su curso, el diario El Correo resumía este viernes las diez claves del expediente remitido por el Ejecutivo vasco al Ministerio, en el cual se definen las características y limitaciones de la posible denominación secesionada de Rioja.
Así, el documento presentado a Madrid delimita la nueva denominación a quince pueblos de Rioja Alavesa -dejando sin su amparo a las localidades de la Sonsierra (de Labastida a Samaniego)- y aboga por limitar los rendimientos a 6.000 kilos por hectárea en los cultivos de variedades tintas y a 8.000 kilos en blancas; cifras muy similares a las fijadas por Rioja la pasada vendimia (5.850 en uva tinta y 8.100 en uva blanca).
El expediente de ‘Viñedos de Álava’ subraya que la “máxima expresión” de su denominación sea la maceración carbónica y apunta que el ‘sello’ de los cultivos pasa por “respetar los usos tradicionales” y el entorno natural en que se encuentran, por lo que veta la vendimia mecánica y la utilización de ‘sacaúvas’. En la misma línea, la secesión plantea prohibir las variedades de uva fóraneas (veda específicamente las verdejo, sauvignon y chardonnay), si bien abre la mano al uso de moscatel en la elaboración de blancos (restringido en Rioja).
El documento alude, asimismo, al envasado de los vinos, delimitando el embotellado al vidrio o envases autorizados por la Unión Europea. Aunque en este campo, lo más significativo es que las bodegas solo podrán embotellar el producto “en bodegas inscritas y dentro del área de producción”.
Por último, la futura DOP propone establecer una categoría singular para vinos ‘cosecheros’ y fija grados mínimos del 12,5 por ciento en tintos y del 11,5 por ciento en blancos y rosados.
