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Carlos Coloma: una trayectoria de éxito deportivo y vocación docente

El ‘biker’ Carlos Coloma (Albelda de Iregua, 28 de septiembre de 1981) no acudirá a Tokio 2021, deja la bicicleta en activo y continuará dirigiendo su equipo, el BH Templo Cafés. Lo hace tras casi tres décadas de dedicación a un sueño deportivo. Una aventura que le ha llevado a conseguir una medalla olímpica en Río 2016 y su celebración con ‘agallas’, veintidós participaciones consecutivas en un Mundial y por fin, su mayor proyecto: diseñar un equipo de referencia en España con base en su pueblo natal.

Una figura muy marcada por su padre, que le impulsó para correr su primera carrera en el año 1993. Con su California BH practicaba saltos desde pequeñito y cuando se lanzó a la competición, no paró. Ganó su primer torneo de infantiles en Barcelona, fue ascendiendo categorías y en su primer Mundial (1999), cosechó dos medallas para España: campeón del mundo por relevos y subcampeón del mundo júnior. A partir de ahí, su primer contrato profesional y la escalera hacia el estrellato.

Carlos Coloma, en su pasado mundial | Foto: RFEC

A partir de ahí, llegó la primera participación olímpica: Pekín 2008. Su experiencia inicial con figuras como Rafa Nadal y Pau Gasol. Cuatro años después, Londres 2012 y una notable sexta plaza que le dio el diploma olímpico. A partir de ahí, le tocó bregar con la faceta más oscura del deporte. Una lesión de hombro y dos operaciones le hundieron en el ranking mundial. Pero como buen riojano, Coloma fue perseverante e inició su remontada hacia Río 2016. Por momentos parecía imposible, pero lo logró.

Allí donde la ‘samba’ y el carnaval son religión, el ciclista metió a Albelda de Iregua en la historia. En el imaginario colectivo de La Rioja queda esa medalla de bronce, esa celebración llena de ‘testiculina’ y esa explosión de alegría en su pueblo, con sus paisanos reunidos en el frontón, en torno a una pantalla gigante. Una felicidad que corrió como un reguero por toda La Rioja. Un pueblo de poco más de 3.000 habitantes, centro de todas las portadas deportivas nacionales por varias horas. Sueño cumplido.

Sin embargo, todavía iba a ser mayor la repercusión de Albelda de Iregua. El éxito del riojano causó furor y creó una referencia, un símbolo para muchos niños y niñas. Y precisamente en ello trabajó Coloma; primero con su escuela y después con su nuevo equipo, el BH Templo Cafés. Instalaciones centralizadas, un circuito de mountain bike y módulos con estructura totalmente profesional. De Albelda de Iregua al mundo, literalmente.

Presentación del equipo BH Templo Cafés

Llegaron los fichajes, entre los que destaca su ‘pupila’ Rocío del Alba García, convertida ahora en una de las mejores promesas del panorama nacional y con posibilidades de hacerlo bien en Tokio 2021 . David Valero y Pablo Rodríguez completan la estructura élite; jalonada por otro equipo filial, el UCC Co-Factory, creado en 2020 con las mejores promesas sub-23. Un conjunto pensado para triunfar y elevar el mountain-bike español a referencia mundial.

Una trayectoria que no se puede entender sin su abuelo Doroteo; un auténtico pilar en su vida, en sus buenos y malos momentos y con el que vivió experiencias increíbles. Sin ir más lejos, el FC Barcelona invitó a ambos al palco del Camp Nou para el Barcelona-PSG. Se consumó una remontada histórica (6-1) y ambos se emocionaron con el gol de Sergi Roberto.

Deportista hasta la médula, Coloma seguirá vinculado a este deporte desde la formación. Ya ha dejado claro cuál es su máximo objetivo: que Rocío del Alba logre una medalla olímpica en París 2024. Se despide una de las figuras del deporte riojano, cuyos logros han multiplicado la afición a la bicicleta de montaña. Hoy en día, los montes y laderas están llenos de aficionados practicando su deporte favorito. Y una buena cuota de responsabilidad es de Carlos Coloma.

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