A escasas tres semanas de que llegue Semana Santa, asumiendo que no podemos ir muy lejos y escuchando a nuestras ganas de salir, airearse y desconectar, el turismo rural se ha convertido en nuestro mejor aliado.
Teniendo en cuenta la movilidad restringida por comunidades, “estamos muy optimistas porque hemos recibido muchas llamadas y algunas casas ya pueden colgar el cartel de completas”, confirma José Joaquín Sanz, presidente de Ascarioja (Asociación de Casas Rurales de La Rioja).
El interés por conocer nuevos rincones de la geografía riojana o volver a visitar otros, se ha disparado “y la reacción de nuestros propios turistas está siendo verdaderamente positiva. De cara a Semana Santa estamos muy satisfechos, pero todavía hay muchos fines de semana donde las llamadas son nulas. Mientras nos se recupere la movilidad nacional…”.
Según el presidente de Ascarioja, contando con las llamadas recibidas y las reservas, “no pecamos de optimistas si decimos que vamos a llenar sin duda”. El miedo ha dejado paso a las ganas y, de hecho, “tenemos un turista muy precavido que viaja sabiendo lo que tiene que hacer y lo que espera del alojamiento”.
La mayoría de las llamadas recibidas están siendo de parejas con hijos o familias “que saben perfectamente que solo pueden ser seis. Eso ya está en la mente de todos y no hace falta recordarlo” Además, la pregunta más frecuente es la de la zona verde o jardín. “Ahora ya no se interesan tanto por los colchones”, bromea Sanz.
En cifras
Según el portal Casasrurales.net, la ocupación del turismo rural para Semana Santa en La Rioja, A día de hoy, alcanza el 64 por ciento, mientras que en el conjunto del país es del 76 por ciento.
Datos que, José Joaquín explica, “están basado en las casas rurales que se publicitan en ese portal, pero mi sensación, después de haber mantenido recientemente una reunión con todos los socios que conforman Ascarioja, es que las reservan están siendo muchas y quien cuenta con dos alojamientos, por lo menos uno ya lo tiene reservado”.
