La Guardia Civil constató en diciembre la presencia de numerosos consumidores de drogas y de pequeños traficantes en Autol. Estos hechos motivaron el despliegue de un dispositivo de vigilancia y control, la denominada Operación Kinoko. Esta sirvió para localizar el edificio al que acudían los demandantes de sustancias psicotrópicas. Algunos de ellos protagonizaron diversos actos vandálicos en las zonas comunes del inmueble, generando con ello sensación de “inseguridad, “alarma” y “malestar” entre los residentes de la zona.
Con el paso de las semanas se identificó a los propietarios de la vivienda y a dos de sus hijos. Estos últimos llevaban a cabo la actividad delictiva. Por ello, los agentes les someten a una discreta vigilancia. Detectaron entonces, aparte de realizarse las transacciones de droga en la vivienda, que estas también se llevaban a cabo en una bajera, en una nave industrial y en diferentes entornos de Autol.
El martes de la pasada semana, una vez obtenidas todas las pruebas incriminatorias, se da inicio a la fase de explotación. Un amplio dispositivo formado por veinticinco agentes para realizar tres entradas y registros simultáneos. Estos culminaron con la detención de los dos implicados, la aprehensión de las sustancias estupefacientes y de los útiles que utilizaban para adulteración, envasado y venta al por menor del speed.
Finalizadas las diligencias, los detenidos y efectos intervenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial. Decretó el ingreso en prisión para uno de los implicados y para el otro su libertad con cargos.
