La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha desvinculado las críticas de Bodegas Familiares de Rioja con una falta de apoyo que el Ejecutivo esté realizando a las pequeñas bodegas de la región. “Esa es otra cuestión”, ha zanjado este miércoles, diferenciando así las críticas de una asociación particular con la política vinícola. Bodegas Familiares de Rioja ha denunciado esta semana que el Gobierno suprimió en 2019 un “convenio histórico” que la asociación firmaba anualmente, abocándole así a suspender, “más allá de la situación de la pandemia”, su tradicional presentación de vinos de la última añada y varias ferias.
A este respecto, Andreu ha indicado que “son las bodegas pequeñas a las que hay que ayudar extraordinariamente”, reiterando esa diferencia entre la asociación y las pequeñas elaboradoras a nivel particular. “Este gobierno, conmigo a la cabeza, nos comprometemos a ayudar a las pequeñas bodegas y a las bodegas familiares”, ha añadido, poniendo el acento en que tanto el Gobierno de La Rioja como la presidenta, “en primera persona”, cuentan “desde siempre” con las pequeñas, familiares, medianas y grandes bodegas. “Creo que son el futuro y que han sido el pasado. Son la verdadera historia de nuestra tierra”.
