La Universidad de La Rioja ha dado el pistoletazo de salida a los exámenes de febrero este lunes a las 9 horas. Una convocatoria complicada teniendo en cuenta la situación sanitaria actual, pero a su vez, controlada. “La UR lleva meses trabajando con todo su personal para conseguir que sea un espacio seguro”, ha confirmado la vicerrectora Eva Sanz Arazuri.
Con el fin de reforzar las medidas, el profesorado y personal de todas las facultades llevan semanas trabajando para organizar los exámenes para que “a lo largo de estos quince días no se acumulen todos los llamamientos en los mismos días y horas. De los 4.000 estudiantes de la UR, cada uno tiene en torno 5 o 6 pruebas repartidos a lo largo de los días de tal forma que encontramos dos picos de afluencia: lunes y miércoles a las 9 de la mañana”.
Para mantener controlada la situación, del total de alumnos, estos dos días han sido llamados setecientos, “que estarán repartidos en cinco edificios, lo que significa una media de 150 por edificio”. A cada uno de estos estudiantes se les ha citado a una hora determinada para evitar aglomeraciones y poder mantener el distanciamiento de un metro y medio.
A estas medidas se añaden otras de refuerzo como el uso de mascarillas quirúrjicas, “que se entregarán a la entrada; el reparto de los alumnos para que haya un máximo de 30 en cada clase; mascarillas FPP2 para el profesorado que vigila los exámenes, ya que entendemos que en algún momento tendrán que acercarse para resolver alguna duda; gel hidroalcohólico y medidores de CO2 en todas las aulas con el fin de controlar los momentos de ventilación”.
