“Estamos en una situación muy crítica a nivel epidemiológico y también a nivel de presión asistencial”. Claro y contundente el director de Salud Pública, Pello Latasa, este miércoles. Y un aviso a navegantes, la región está al borde del colapso sanitario. Toca cuidarse y reducir el contacto social al mínimo.
“Epidemiológicamente, nos encontramos en un nivel de transmisión comunitaria sostenida generalizada. Desde principios de enero el aumento ha sido exponencial. El rápido incremento de los indicadores de incidencia acumulada y positividad nos hacen pensar que es muy probable que esto se esté dando en toda la comunidad. Los municipios que todavía no presenten datos desfavorables es probable que pronto lo hagan”, ha incidido.
Con los datos de incidencia más elevados desde el inicio de la pandemia, el número dos de Salud ha explicado que La Rioja está ante un crecimiento acelerado y un deterioro exponencial. “Esta tendencia negativa de la incidencia tiene su repercusión en la capacidad asistencial. Ya se ha superado el numero de hospitalizaciones que se vivieron durante la segunda ola. Las previsiones actuales nos indican que si no tomamos medidas contundentes podríamos llegar incluso a un nivel de hospitalizaciones similar al de la primera ola”.
Latasa ha detallado que con las actuales previsiones “podríamos llegar a superar los niveles de la primera ola”. Y como ejemplo claro, la situación en la UCI del Hospital San Pedro, donde se registraron hasta cuarenta ingresados por COVID. “Si seguimos con estos datos, podríamos llegar a necesitar hasta ochenta camas en la UCI a principios de febrero. Unas UCI que en estos momentos no tenemos”.
Ha recordado que La Rioja cuenta con 54 camas UCI preparadas para pacientes con COVID-19, pero llegar a tener que utilizarlas tiene consecuencias como el cierre progresivo de quirófanos y el aumento de las listas de espera, primero las quirúrgicas y posteriormente las de consultas. Además, de los dieciséis quirófanos que hay en el Hospital San Pedro, ocho están ya parados porque se destinan a “críticos” y han tenido que dejar de programar algunas intervenciones quirúrgicas “no urgentes” por otras patologías.
En este sentido, la consejera de Salud, Sara Alba, ha anunciado que el Gobierno de La Rioja ha realizado una compra de material para equipar nuevas camas UCI y ampliar así la cifra hasta el máximo el plan de contingencia: sesenta. “La atención está garantizada”, ha aclarado, indicando que incluso se podrían derivar pacientes a otras comunidades vecinas como País Vasco o Navarra. “Ya lo tenemos hablado desde la primera ola”.
Las previsiones de Salud indican también que los ingresos en planta pueden alcanzar las cifras de abril. “Llegamos a tener a 393 personas hospitalizadas por COVID en planta”, ha recordado Latasa, alertando de que, con los datos de hoy, “el COVID puede poner a la sanidad riojana al borde del colapso y en peligro la salud de todos los riojanos”.
El director general ha recordado que la situación de transmisión comunitaria tambien afecta al personal sanitario. “Cuanta más incidencia hay en la comunidad, más incidencia hay también en el entorno sanitario. Justo cuando más les necesita para hacer frente a la pandemia. Justo cuando hay mas pacientes graves y tenemos que acelerar y continuar con la campaña de vacunación”.
