El Logroñés vuelve este domingo a su lugar más feliz. A orillas del Meditárreno, en plena costal del sol, los blanquirrojos consiguieron el pasado mes de julio su ansiado ascenso a Segunda División. La Rosaleda entonces como escenario y el Castellón como rival. Medio año más tarde, el equipo entrenado por Sergio Rodríguez regresa a su estadio talismán como equipo de LaLiga Smartbank. Con cinco derrotas consecutivas en liga y una eliminación copera, el conjunto riojano busca romper su negativa dinámica para despedir el año.
Por el momento, las únicas bajas confirmadas son los guardametas Rubén Miño y Roberto Santamaría. El resto, como siempre, molestias y hasta el día de partido sin confirmar quién se queda fuera. Sergio Rodríguez se ha mostrado tranquilo este viernes, como de costumbre.
– ¿Rotaciones?
– Seguro que habrá. Es la tónica quee hemos llevado durante las últimas semanas. El calendario era demasiado duro y tenía demasiado riesgo para que los jugadores disputaran todos los minutos. Sí que plantearemos rotaciones seguro.
– ¿Ha hablado mucho con los jugadores estos días?
– Cuando los momentos son complicados, el exceso de palabras tampoco es bueno. Por desgracia, no son semanas de trabajo normales en las que ahondes en la condición y la preparación física. Todos tenemos que hacer un análisis de conciencia interno porque la situación no es buena y hay que poner el máximo de trabajo para intentar cambiarlo. A mí no me gusta hablar demasiado. Comentar las cosas sí, pero centrarnos en el trabajo.
– ¿Se cometen errores por falta de confianza o hay que cambiar cosas?
– Depende de qué circunstancias son o qué características lleva la situación. Es evidente que los resultados generan confianza. Eso es así. Los malos provocan una mochila… y tratamos que el trabajo mental consista en quitar esa mochila cuando los resultados no salen. Hay momentos en los que quitamos hierro al asunto y en otros en los que apretamos un poco más. Estamos con una mala dinámica y lo mental es fundamental. Por encima de lo físico siempre está lo mental y estamos trabajando en ello transmitiendo confianza. No nos sentimos incapaces de competir en la categoría. Venimos de partidos fíciles contra rivales complicados y no estábamos en nuestro mejor momento. El domingo tenemos una buena oportunidad para cambiar la dinámica.
– El Málaga llega con cuatro bajas…
– Las bajas le afectarán como a todos los equipos, pero no serán determinantes porque una barbaridad de jugadores han disputado minutos. Tienen una plantilla completa y no confía en sólo doce o trece futbolistas. Confía en los veinticinco y se reparten mucho los minutos.
– ¿Cómo es el Málaga?
– Es un equipo con mucho talento que comparte jugadores de años en la categoría, profesionales y experimentados con jóvenes talentos. Jugadores muy jóvenes capaces de hacer cosas muy complicadas durante los partidos. Alternancia entre la experiencia y el talento, aunque a estos les falta un poco de peso en la categoría y están cogiendo minutos.
– ¿Ha perdido el equipo el equilibrio?
– Es muy importante para competir en los partidos. No somos excepcionales ni en ataque ni en defensa. Si mantenemos el equilibrio durante noventa minutos, le ponemos las cosas difíciles a cualquier equipo. Dependiendo del once, sabemos que
– ¿Cómo se puede cambiar la dinámica?
– Con trabajo duro y mentalidad positiva. Si pensamos que todo va a caer de nuestra contra, va a ser complicado. El grado de concentración es muy importante porque los partidos se definen en pequeños detalles. Hay que ahondar en eso: transmitir confianza y tranquilidad, pero en una tranquilidad tensa. Estamos en un momento de la temporada en la que es pronto para hablar de finales. Positividad porque el equipo ha demostrado que puede competir y estamos en una posición que hubiéramos firmado a comienzo de la temporada. Con la tensión necesaria y haciéndoles saber que necesitamos cambiar la dinámica.
– Para el equipo, ¿la vuelta a La Rosaleda puede ser importante?
– Tenemos muy buenos recuerdos de Málaga. El mejor momento que hemos vivido como club y volver allí siempre es agradable. Vamos a intentar que el idilio con La Rosaleda continúe, recordar aquello y que nos dé alas.
