La situación epidemiológica en La Rioja es a día de hoy “estable, pero muy compleja”. Así lo ha valorado este martes la consejera de Salud y portavoz del Gobierno, Sara Alba, quien no ha escondido que le preocupación la dispar evolución por municipios, dos semanas después de haber decretado medidas más drásticas, como el cierre perimetral y el cierre de la hostelería en Logroño y Arnedo.
Mientras que en la capital riojana la curva de casos activos muestra un claro descenso, en la localidad riojabajeña no se aprecian efectos claros de dichas medidas. Desde el pasado 30 de octubre, cuando entraron en vigor, el número de activos ha experimentado un incremento de casi cuatro puntos, tras numerosos altibajos en forma de ‘dientes de sierra’ en los registros.
“No son los datos que queremos tener ni está descendiendo el ritmo que nos dejaría tranquilos”, ha aseverado Alba, quien este mismo martes ha programado una reunión bilateral con el alcalde de Arnedo, Javier García, para revisar la situación en esta localidad y valorar la adopción de nuevas medidas, tras haber confinado en dos ocasiones al municipio, que tiene su hostelería cerrada desde hace más de dos semanas.
La consejera y portavoz ha indicado que, tras la reunión con Javier García, el Ejecutivo llevará la posibilidad de decretar nuevas restricciones al Consejo de Gobierno.
