Hay quien piensa este domingo que el fútbol por la televisión no es tan malo y que Javier Tebas ha hecho un favor a los aficionados al fútbol no dejando entrar público en Las Gaunas. Quizás lo lamenten un poco más los seguidores del Sabadell por no poder visitar Logroño y su famosa calle Laurel, pero en estos tiempos de pandemia también está cerrada a cal y canto, como el libro del “buen fútbol” en la capital riojana. Ni entretenimiento sobre el terreno de juego ni visita gastronómica en un desapacible fin de semana de noviembre. Frío, viento, humedad, algo de lluvia… mejor en el sofá que en la butaca con un ojo de soslayo en el lío de la familia Pantoja y la finca Cantora.
Ni Logroñés ni Sabadell han tomado parte este domingo de la fiesta del fútbol. 0-0 de manual para sumar un punto y pensar ya en la próxima semana hasta que ha aparecido el tigre de Medellín con las garras afiladas. Zarpazo de Leo Ruiz en el minuto 82 para hacer el 1-0 y dar los tres puntos a su equipo. Y es que el primer cuarto de hora ha tenido más imprecisiones que versiones el Gobierno de España sobre la pandemia. Cosa de dos equipos recién llegados a la categoría, aunque hay uno que últimamente sonríe más que el otro. La cosa de las dinámicas.
Adaptarse lleva un tiempo y, por mucho que pueda pensar el aficionado riojano con cuatro victorias consecutivas o el seguidor catalán con tres derrotas, la Segunda División es más larga que un día sin pan. La peor noticia para el Logroñés: la lesión de Paulino. Se le acumulan los jugadores en la enfermería, que ya cuenta con Petcoff y Siddiki. Cuando más desparpajo estaba cogiendo el extremo cántabro, se ha tenido que retirar con molestias. Corría el minuto 37 sobre el césped de Las Gaunas, donde poco fútbol han dispuesto los dos equipos durante toda la primera parte.
Algo más el Sabadell, aunque sin la profundidad necesaria para inquietar a Roberto Santamaría ni a la zaga comandada por Gorka y Bobadilla. Lo más destacado, una ‘patada’ a Olaetxea dentro del área antes del descanso que no ha revisado el VAR. Pobre bagaje ofensivo para ambos conjuntos, más centrados en guardar la ropa y mostrar solidez defensiva. Nulas apariciones de Leo Ruiz y de Stoichkov.
Por hacerse una idea del ritmo en ataque del partido, el primer córner para el Logroñés ha llegado en el minuto 64. Para entonces, el Sabadell sólo había sumado otro saque de esquina y Sergio Rodríguez había decidido meter a Roni y Jaime Sierra en el campo, sustituyendo así a Rubén Martínez y Errasti. Cinco minutos más tarde, la mejor ocasión del encuentro para los visitantes. Edgar Hernández la ha mandado a la cruceta de libre directo, pero el larguero de la portería de Las Gaunas ha aguantado bien. Será lo único porque el césped sigue mostrando cada día peor estado. Con ganas de que llegue la Navidad para cambiar el tapete y que continúe la adaptación a la categoría, estadio incluido.
En esas andaban Logroñés y Sabadell hasta que una mala salida de balón del conjunto catalán ha propiciado la única ocasión clara de los blanquirrojos. Y para dentro. Sólo necesitan una. Otro 1-0 para sumar el cuarto triunfo consecutivo (Oviedo, Alcorcón, Cartagena y Sabadell). Robo de balón en el centro del campo de Leo Ruiz, balón a Olaetxea y prolongación a banda para Iñaki (doscientos partidos ha cumplido con la blanquirroja). ¡Mec, mec! El correcaminos de Calahorra se ha plantado en la esquina del área de Ian Mackay, ha dejado el esférico en la frontal y por allí ha llegado el tigre de Medellín con la escopeta cargada. Pam, pam. Plata o gol. Balón a la escuadra y partido finiquitado.
