Crisis del Coronavirus

El alcalde de Arnedo: “Ya no sé qué más hacer; siento una impotencia enorme”

Arnedo vive la evolución de la pandemia con extrema preocupación. Salvo el encierro domiciliario, las autoridades sanitarias lo han probado prácticamente todo: dos confinamientos perimetrales y el cierre de la hostelería desde hace dos semanas. Y aun así, la curva no termina de bajar.

Es por ello que su alcalde ha compartido este sábado su lamento hacia los vecinos que no terminan de darse por aludidos respecto a las medidas decretadas. “Recibo decenas de mensajes y llamadas alertándome de las reuniones en algunos parques, plazas y zonas de la ciudad con comida y bebida. También de la compra, por parte de grupos de personas, en los supermercados para, presuntamente, reunirse en domicilios, bajos o huertas para merendar o cenar”, expresa Javier García.

El regidor subraya que “de nada sirve poner medidas si no las cumplimos. Efectivamente, no disponemos de recursos humanos suficientes para vigilar cada rincón y a cada infractor, pero, ¿encontramos agentes en cada kilómetro de una carretera o autopista para vigilar si llevamos el cinturón de seguridad? Nuestro cinturón de seguridad en esta pandemia se llama cumplir las normas. Y se está sancionando”.

García no esconde que siente “una impotencia enorme”, porque “no me canso de repetir que, aunque la norma no lo ha dictado todavía, no debemos salir de casa salvo para lo imprescindible. No nos juntemos por favor”, exclama. “Hay centenares de vecinos que están cumpliendo, privándose de ver a sus familias y amigos. Quedándose en casa para protegerse y proteger a los demás. Hay gente pasándolo muy mal”, recuerda.

El alcalde apunta que “ya vale de culpar a los demás de lo que hacemos nosotros”. “La hostelería está sacrificándose para evitar que relajemos las medidas en sus establecimientos y haya más contagios. Y mañana será el comercio, y pasado el deporte y al otro la industria. Recogemos el café en los bares y nos sentamos en los bancos, burlamos la norma y abrimos los bajos, todos lo estamos viendo. Tenemos que bajar la curva, por favor. Sin salud no habrá recuperación económica”, subraya.

Por último, Javier García recalca que “quienes se contagian no son culpables. Muchos de ellos lo hacen a pesar de cumplir, casi de forma inexplicable. Pero muchos otros, se contagian y contagian a los demás porque no lo hacen bien, y lo sabemos. No informan a los rastreadores, se pasean rompiendo el aislamiento, se quitan la mascarilla cuando están con personas no convivientes. Lo pido por favor, no salgáis de casa si no es imprescindible. Esto no es una reprimenda, no pretendo amargar a nadie ni ser un pesado, pero ya no se qué más hacer. Se trata de todos nosotros, y siento la obligación de insistir en ello”.

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