TRIBUNA

‘Contagio acelerado y saturación hospitalaria’

Se nos está notando la fatiga epidémica que ahora comentan y me imagino que la gente no solo está cansada de ver que el virus contagia una y otra vez y parece que no hay forma de impedirlo, sino que lo hace de forma más numerosa y las medidas no frenan su avance, algo que lógicamente desmoraliza a cualquiera.

Que mucha gente ha bajado la guardia y se salta las normas de distancia y protección es evidente. Con todo lo opinable que pueda ser, no somos una excepción, ni peores ni mejores que otros. En toda Europa parecen querer demostrar las nuevas cepas del coronavirus que la gente tiene que comprobar en persona su contagiosidad y disparar las nuevas cifras de la pandemia.

No es por casualidad que los lugares menos azotados por el virus comprueban ahora que todas las medidas que no sean el aislamiento o la distancia personal no sirven de mucho. Sí sirven, pero la actitud es lo más importante y una inmensa mayoría de gente cumple todas las normas y se nota en nuestro país que no ha sufrido aún un crecimiento exponencial como el que tuvimos en marzo.

Ya dijimos que las nuevas cepas son más contagiosas y reproducen más rápidamente en faringe una determinada carga vírica. El no permanecer mucho tiempo en lugares cerrados evita el contagio. Al aire libre se puede dar y se da, pero la distancia se suele mantener bien por casi toda la población.

¿Dónde está el problema? Yo creo que en dos aspectos fundamentales. Uno en las medidas disuasorias. Todas las Comunidades Autónomas aconsejan y limitan la movilidad para frenar los contagios y, la realidad es que no se les escucha ni se cumplen las limitaciones.

Existe un porcentaje importante de gente que espera las normas para ver cómo pueden hacer de ellas una “ligera” excepción para no cumplirlas y de hecho los medios ofrecidos para llevarlas a cabo no son tan drásticos como debieran ser y ahí aparece el curioso comportamiento de que hasta que no se tiene un contagio familiar o cercano no terminamos de ver la agresividad de la enfermedad si la carga vírica en el organismo es importante y el sistema inmunológico no es muy fuerte. Ahí empieza el problema.

El otro aspecto es el comportamiento de los casos positivos asintomáticos o no y de sus contactos. Todos deberían de estar en su casa confinados y guardando la cuarentena médica indicada o el tiempo de espera (nunca es superior a 48 horas) para la comprobación del contagio con la prueba correspondiente.

Fuente: Ministerio de Sanidad a fecha de 6 de noviembre.

Actualmente en La Rioja, en teoría, deberían estar confinadas en su domicilio 1.946 personas y sabemos que no es así. Si la gente no presenta o ha presentado aún síntomas, la gente sale y es un caso activo en la calle y un factor seguro de contagio. Si a esto sumamos los contactos que se escapan a la detección del rastreo de las unidades de alerta epidemiológica, a nadie pueden extrañar los datos.

Una barbaridad y luego explicaremos por qué. Tantos casos aparecen cinco días después del fin de semana y ratifican todo lo expuesto. Un buen porcentaje sigue haciendo caso omiso a lo que tenemos encima y basándose en un factor como el de la suerte, que no existe (suerte que yo no me voy a contagiar, suerte que no hay ningún caso sintomático, suerte en que en la celebración nadie tiene el virus y nadie se va a enterar). La conclusión es que siguen haciendo lo que les viene en gana como si nada pasase.

Y no, no volveremos a un confinamiento como el de marzo y la policía vigilando la calle porque la actividad docente se va a mantener, las actividades esenciales van a proseguir y porque el dejarnos a todos encerrados otra vez repercutiría en la salud de mucha gente que se intenta proteger. Pero hay un peligro real que nos incumbe a todos, incluso a los más cerriles, como es el de la saturación hospitalaria.

Fuente: Ministerio de Sanidad a fecha de 6 de noviembre.

De los más de 14.000 afectados por el coronavirus desde marzo, tan sólo 1.867 fueron hospitalizados y de ellos 177 necesitaron ingresar en la UCI. La diferencia con marzo es que ahora, clínicamente, conocemos mejor la enfermedad y su desarrollo, así como su tratamiento hospitalario, todo un proceso de alivio porque quien realmente nos cura es nuestro sistema inmunológico, ya que no hay medicación que reduzca al virus, pero sí podemos tratar sus síntomas.

Depende de la carga vírica personal, pero el curso de la enfermedad permite reducir el tiempo de estancia y aliviar con altas la presión en forma de ingresos. Si os fijáis, se juega con el factor tiempo y número de contagios para poder mantener ese tipo de atención. Sólo la acumulación de casos pone en riesgo todo y es lo que nuestro comportamiento está forzando ahora.

Cada día hay más ingresos que altas hospitalarias. Al final, el sistema salta por los aires y estamos a punto de saturarlo sólo con los casos de contagio que hay hasta ahora (y eso sin contar los contactos de estos que darán positivo mañana y seguirán sumando). Si esto lo llevamos a la UCI, donde el tiempo de estancia es mayor e imprevisible, pues no hace falta que os diga que la pandemia está en un punto muy, muy serio.

Fuente: Ministerio de Sanidad a fecha de 6 de noviembre.

Con los sanitarios agotados y los hospitales llenos no se puede permitir que nadie se la siga jugando el fin de semana que viene. Hay 85 pacientes de COVID en la planta del Hospital San Pedro más 35 en la UCI y 25 en el Hospital de Calahorra. Nos lo podemos ir pensando todos porque los que se contagien mañana no van a tener cama si seguimos al mismo ritmo.

Seamos serios y pidamos a todos lo que muchos hemos venido ofreciendo responsabilidad, serenidad y decisiones. No deberíamos dejarnos desalentar por estas cifras porque hemos aguantado ocho meses y se empieza a hablar de vacuna y vacunaciones. No es una falsa esperanza, es una realidad y seis meses para vacunarnos son muchos meses para colapsar hospitales si no nos frenamos en nuestra vida diaria… se empezará a vacunar mucho antes. Al tiempo.

Y vamos a empezar a ver si con la informática y el control de los casos detectados podemos ir ralentizando esto porque no podemos hacer otra cosa, con irresponsables incluidos.

Fuente: Ministerio de Sanidad a fecha de 6 de noviembre.

 

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