Desde que la pasada primavera el coronavirus hiciera acto de presencia en la comunidad, la Consejería de Salud advirtió de las “dos velocidades” de la pandemia. La primera es la relativa a la transmisión del virus, mientras que la segunda -más preocupante, si cabe- alude a la presión asistencial en los hospitales por el incremento de pacientes afectados por COVID-19.
En plena crest de esta segunda ola, los hospitales riojanos sufren su mayor grado de estrés, con más de un centenar de pacientes ingresados en el Hospital San Pedro y la Fundación Hospital de Calahorra y, sobre todo, con la Unidad de Cuidados Intensivos en su máxima ocupación desde el pasado verano.
De hecho, el último boletín del Ministerio de Sanidad sitúa a La Rioja como la comunidad española que presenta un mayor grado de ocupación de camas COVID en su UCI, con más de la mitad de las mismas (el 56,67 por ciento). Solo la ciudad autónoma de Melilla (57,14 por ciento) supera el registro riojano, mientras que en el extremo opuesto Canarias se presenta como la región más aliviada en su presión asistencial.
En su actualización de la evolución epidemiológica del COVID-19 en La Rioja, la Consejería de Salud detalla que este martes hay 151 pacientes con cuadros graves por la enfermedad (los mismos más que ayer), mientras que la situación en la UCI del Hospital San Pedro empeora con un nuevo máximo de ingresos: 34 (dos más que el día anterior).
