La tranquilidad habitual de un sábado por la noche ha saltado por los aires poco antes de las nueve en El Espolón logroñés. Más de medio millar de personas que se concentraban contra el estado de alarma y el cierre de la hostelería han sembrado el caos en el centro de la ciudad, provocando disturbios que han obtenido respuesta en forma de cargas policiales.
Los vecinos que se encontraban en ese momento en el centro de la ciudad no daban crédito a las violentas escenas que estaban presenciando y han plantado cara a los manifestantes. Primero, aplaudiendo la llegada de los refuerzos que han permitido desalojar el Espolón. Y luego, insultando y afeando su conducta a los agitadores que han volcado contenedores y roto elementos del mobiliario urbano para obtener objetos que arrojar a los agentes.
La noche de los cristales rotos promete ser larga en la capital riojana, con nuevas cargas y lanzamientos de objetos que se repiten en diversos puntos del centro urbano. La Policía se afana en controlar la situación mientras los grupos de agitadores se reorganizan a la finalización de cada carga policial y provocan nuevos disturbios en los aledaños.
