El portavoz del Partido Riojano y concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Logroño, Rubén Antoñanzas, ha participado este viernes en el Debate del Estado de la Ciudad, donde ha anunciado el acuerdo al que Logroño Deporte y la UNIR pretenden llegar para poner a disposición de sus alumnos la red de instalaciones deportivas del Ayuntamiento.
“Un primer acuerdo con empresas riojanas de otros que espero conseguir”, ha remarcado tras calificar de “deficitaria” la situación económica de Logroño Deporte. “Cesar la actividad nos dejó sin ingresos, y estos vuelven más poco a poco de lo que desearíamos, mientras los gastos se han incrementado. Pero tengo la firme convicción de intentar minimizar ese déficit, de aligerar el peso que Logroño Deporte supone para las arcas municipales”.
Antoñanzas ha hecho alusión también al proyecto de la Ciudad Deportiva impulsado por la UDL, “que podrá aliviar la necesidad de determinados espacios deportivos”. “Hemos mantenido nuestros compromisos económicos con el deporte de referencia, las organizaciones sociales y nuestro deporte de base a través de diferentes convenios, ha apuntado.
A continuación se presenta el discurso completo:
Presidente, alcalde, compañeros y compañeras de corporación, logroñeses, logroñesas, buenos días.
En todos los anteriores debates, desde 2001, siempre hemos evaluado el nivel de bienestar de los logroñeses, indicadores de crecimiento o de necesidades, la salud de las arcas públicas o el grado de ejecución de muchos proyectos. Algunos muy repetidos a lo largo del tiempo y de los que posiblemente volveremos a hablar esta mañana. A buen seguro todos los discursos que se pronunciarán tendrán ya escritas las palabras soterramiento, CCR, Casa del Cuento o bicicletas. Las mismas de parlamentos que nos precedieron.
De lo que nunca hablamos, lo que no supimos ver venir fue “coronavirus”. Por primera vez un factor externo, una catástrofe mundial, tiene mucho más peso en el estado de nuestra ciudad que cualquier otra circunstancia más próxima. Y ahí está precisamente nuestro trabajo, el reto y la responsabilidad de todos los que estamos aquí presentes: Conseguir que Logroño supere los efectos de la pandemia y salga adelante. La historia nos ha colocado frente a un complicado escenario.
Analizamos el estado de nuestra ciudad, que es cómo están sus vecinos y vecinas. Cómo están nuestras familias, las pymes, los autónomos. Y debemos saber que muchos lo están pasando realmente mal.
Los logroñeses y logroñesas situaron al Partido Riojano en un lugar estratégico en las pasadas elecciones. Que no les quepa duda que actuamos en este crucial momento conforme a lo prometido, fieles al principio fundamental de nuestra existencia: velar por el progreso de Logroño y La Rioja, sin otros condicionantes. Poner a los hombres y mujeres de esta tierra en el centro de cuantas decisiones se tomen en este Ayuntamiento y sientan cerca de sus problemas la mano de esta corporación.
Hago aquí un recordatorio del que lamentablemente no podremos prescindir durante mucho tiempo, un sencillo homenaje a las víctimas de esta pandemia, a los que fallecieron y a sus familiares; también a los que en estos momentos atraviesan la incertidumbre de la infección. Nuestras cifras son preocupantes, 6000 vecinos se realizarán un PCR en los próximos días, confío que los positivos sean mínimos y que no tengamos que tomar medidas extraordinarias.
Hace casi 500 años Logroño estaba cercado. Nuestros antepasados permanecían en sus casas, protegidos por nuestras murallas y un ejército mal equipado; decenas de logroñeses los alimentaban pescando en nuestro poderoso Ebro. 499 años después también hemos permanecido en nuestras casas, pero en esta ocasión miles de logroñeses han sido los que nos han mantenido seguros con su trabajo diario.
Nuestro reconocimiento a los sanitarios, que nos han cuidado pese a la falta de medios para su propia protección, y al personal de seguridad y servicios que en este año se ha demostrado esenciales; como bien dice su denominación, “esenciales”. Gracias por ser nuestra muralla del siglo XXI.
Unos profesionales que en buena parte son municipales y a ellos me quiero referir expresamente. Me siento muy orgulloso de cada uno de los cerca de 900 funcionarios de esta casa y del personal de confianza que lo han dado todo en estos meses como buenos servidores públicos, y que, seguro, continuarán dándolo. Gracias también, a los que a través de las contratas municipales sirven a Logroño.
Me enorgullece la labor que hemos desarrollado desde el Equipo de Gobierno, dirigida desde el liderazgo integrador de Pablo Hermoso de Mendoza. Recuerdo esas primeras semanas del confinamiento, en las que algunos concejales con nuestro alcalde a la cabeza, pasábamos horas reunidos, tomado decenas de decisiones y aportando soluciones que desde otras administraciones superiores no llegaban. Errores, seguro; convicción de hacer lo correcto, siempre.
El alcalde rindió cuentas en su discurso de ayer de lo realizado desde las distintas áreas municipales y seguro que hoy se ahondará en muchas de ellas. Permítanme que yo me centre en lo que estamos haciendo desde Deportes, por ser la concejalía que al Partido Riojano se nos ha encomendado pero sobre todo porque ha tenido y tiene un papel preponderante en la actual situación.
Porque Deporte es Salud y Salud es lo que ahora necesitamos por encima de cualquier otra cosa, está en la cima de nuestra escala de valores. Desde Logroño Deporte tuvimos claro desde el primer momento que nuestra actividad era fundamental para el bienestar de la sociedad y así actuamos en las diferentes fases de evolución de la pandemia.
Cuando aquel 13 de marzo tuvimos que cerrar nuestras instalaciones y cesar el servicio presencial, no dudamos: seguiríamos de forma telemática. Si los logroñeses no podían ir a Logroño Deporte, Logroño Deporte llegaría a cada uno de sus hogares para impedir que el confinamiento mermara sus condiciones físicas y su disposición anímica. Y, sinceramente, creo que lo conseguimos. Lejos de paralizarnos demostramos nuestra rápida capacidad de adaptación.
Reconozco que también la oposición estuvo a la altura en los asuntos relacionados con la pandemia. Su comportamiento inicial se basó en la lealtad institucional y mayoritariamente sujeto a una oferta sincera de colaboración. Hemos pasado momentos complicados en estos meses pero también hemos experimentado la satisfacción de los buenos resultados y de haberlo hecho juntos.
Si bien el compromiso de la oposición finalizó cuando empezó la crispación política a nivel nacional. Cambiaron de estrategia, comenzaron a poner dificultades, a pedir despidos para abaratar costes, a tratar de bloquear la actividad cultural riojana, a inventarse situaciones que nunca se dieron…
Fue enriquecedor cuando ustedes antepusieron los intereses de Logroño al teatrillo copiado de sus jefes de partido en Madrid. Les invito a retomar esa posición inicial que es lo que nos reclama, con legítimo derecho, la ciudadanía.
Ese deber que sentimos en pro de la salud y el bienestar de los logroñeses no concluyó tras el confinamiento. En cada fase de desescalada fuimos abriendo instalaciones y facilitando que volviese el deporte presencial. También con altas voces en contra y condicionados por las grandes limitaciones de aforos pusimos todo nuestro empeño en reabrir las instalaciones de verano, aportando soluciones imaginativas como la adaptación de Pradoviejo. Gracias a las medidas de seguridad, y a la responsabilidad de nuestros abonados y usuarios, hemos disfrutado de un verano tranquilo y saludable con la mayor normalidad posible.
“¡La normalidad!”, que objetivo tan ambicioso aunque en otros tiempos no lo pareciera. Ojalá volviese la normalidad. Nuestro empeño por el bienestar de los logroñeses nos ha llevado a elaborar como siempre el Programa de Actividades Deportivas y tener todas las instalaciones listas para el uso de clubes, federaciones y deporte de base. Aunque lamentablemente el retraso de los Juegos Deportivos del Gobierno de La Rioja ha impedido a muchos deportes comenzar, las instalaciones municipales les están esperando totalmente preparadas.
No les engaño, está siendo difícil. Lo he declarado ya ante este Pleno y también en otras comparecencias públicas. Logroño Deporte tiene un importante déficit económico. Cesar la actividad nos dejó sin ingresos, y éstos vuelven más poco a poco de lo que desearíamos. Mientras, los gastos se han incrementado.
El cierre de las instalaciones no supuso dejar de gastar en ellas; Rioja Salud nos pidió que las conserváramos por si requerían su apertura inmediata para uso sanitario, afortunadamente no fue así.
Pero tengo la firme convicción de intentar minimizar ese déficit, de aligerar el peso que Logroño Deporte supone para las arcas municipales. Estamos muy cerca de llegar a un acuerdo con la UNIR para que nuestra red de instalaciones sirva como centros de referencia para sus alumnos. Un primer acuerdo con empresas riojanas de otros que espero conseguir.
Tendemos la mano también al proyecto de la Ciudad Deportiva impulsado por la UDL, que podrá aliviar nuestra necesidad de determinados espacios deportivos.
Hemos mantenido nuestros compromisos económicos con el deporte de referencia, las organizaciones sociales y nuestro deporte de base a través de diferentes convenios.
Logroño puede presumir de lo solidario que es el deporte logroñés. Durante décadas hemos impulsado conjuntamente numerosas acciones para canalizar generosas donaciones. Por ello, en el peor momento para el deporte, no vamos a dejarlos atrás. Clubes, federaciones, deportistas… Lo vamos a pasar juntos, lo vamos a superar juntos.
Ahora quiero hablarles de algo que me preocupa, y mucho, el estado de nuestras 34 instalaciones. Déjenme afirmar, con la seguridad de que lo que digo es un dato justo y objetivo, que este Gobierno ha invertido más en ocho meses desde que tenemos un Presupuesto en vigor que el Partido Popular en sus ocho años de gobierno. Cero inversiones en los campos de fútbol de Pradoviejo, Lobete, maquinaria deportiva, el Estadio de Las Gaunas… A ello nos enfrentamos y es mi intención ir solucionándolo.
También lo es desarrollar una importante apuesta por el deporte de base, para lo que necesitamos de estas instalaciones y también de recursos económicos que, habida cuenta de nuestras limitaciones, tenemos que equilibrar.
La pandemia ha trastocado los tiempos de muchos de nuestros proyectos, por cuestiones económicas y también logísticas. En el caso del futuro centro social y deportivo de la Estación de Autobuses siempre lo dijimos: se abordará cuando la nueva estación esté en funcionamiento. Redactaremos el proyecto a lo largo del próximo año para tenerlo preparado cuando el traslado se haga efectivo.
Estoy satisfecho del trabajo que estamos realizando desde el equipo de Gobierno. Es para el Partido Riojano un orgullo formar parte de este equipo de Gobierno y compartir el modelo de ciudad que se está impulsando.
Esto no quiere decir que estemos de acuerdo con el cien por cien de las decisiones tomadas; pero es que esto es un proyecto colectivo y nunca se está totalmente en consonancia con todo lo que un grupo decide de manera consensuada. En pro del consenso desaparecen las individualidades.
Desde el Partido Riojano ofrecimos nuestro apoyo al gobierno de Pablo Hermoso de Mendoza y estamos cumpliéndolo con exquisita lealtad y debo decir que con compromiso por ambas partes. Hemos dado la estabilidad que es necesaria ante situaciones difíciles, la cohesión que facilita remar juntos ante las adversidades.
Mi acción en el Gobierno no se limita a Deportes, hay compromisos electorales del Partido Riojano que se desarrollan y han sido asumidos por compañeros y compañeras de otras concejalías: nuestra apuesta por la empresa riojana –que es la que genera empleo y riqueza en nuestra tierra-; la conservación y revalorización de nuestro patrimonio histórico y cultural; la no ejecución de la Casa del Cuento; la dotación del siempre defendido parque en el Nudo de Vara de Rey; la provisión de puntos de lectura en barrios de la ciudad… y otros muchos proyectos que, quiero pensar, enriquecen esas concejalías. Gracias compañeros y compañeras.
Entre el Partido Socialista y el Partido Riojano han surgido también discrepancias como es lógico, la mayoría solventadas de común acuerdo y otras en las que la opinión de cada uno ha seguido prevaleciendo. Aunque, he de aclarar, esta última opción solo se ha tomado en cuestiones que superaban el estricto ámbito del Ayuntamiento de Logroño.
El reparto de los remanentes municipales que el Gobierno Central quería imponer es un buen ejemplo. Me siento especialmente satisfecho de que en España con la opinión y acción de partidos como el Partido Riojano hayamos conseguido dar la vuelta a una decisión tomada desde Madrid y que a nuestro juicio seguía coartando la libertad municipal.
En el Partido Riojano hemos comprometido nuestra lealtad al equipo de Gobierno pero nunca por encima de la defensa de los intereses de los logroñeses y riojanos. Ése es precisamente el elemento diferenciador entre un partido regionalista, que únicamente se debe a su tierra, y el resto de partidos nacionales.
Mucho nos tememos que la magnitud de la actual crisis incremente sus efectos adversos en Logroño y La Rioja.
¿Saben qué es lo peor? Lo peor es que parece que no nos importa. Nos hemos resignado.
¿Saben dónde están los 18 millones anuales que el Estado debería estar dándonos por el efecto frontera? Pues están invirtiéndose en otras comunidades, porque aquí no llegan.
Si los repartiéramos en función de la población, cada año llegarían a Logroño 9 millones de euros. ¿Imaginan la inyección económica que supondrían para nuestro presupuesto? Un dinero que podría ser directamente destinado a los comerciantes, hosteleros, taxistas… al logroñés que tras el ERTE ha acabado en el desempleo o a los que deben cuidar de sus mayores y de sus niños con salarios muy ajustados. Lamentablemente en estos tiempos tener un empleo no es garantía de poder sacar adelante a tu familia.
Esos millones nos vendían muy bien. La semana pasada tuvimos constancia de que nuevamente nuestra línea de altas prestaciones del ferrocarril, incluida en el Corredor Cantábrico Mediterráneo, se va a quedar sin financiación europea. Después de 20 años de trabajo y dinero invertido -¡20 años!- no tenemos ni definido el proyecto. ¿No les parece vergonzoso?
A mí me da mucho coraje que nuestra región se quede atrás cuando las demás avanzan; y cómo avanzan, progresan porque sus votos son decisivos en el Parlamento Nacional. Pero parece que solo debe importarnos al Partido Riojano y la Federación de Empresarios, que también ha expresado su preocupación, pero a nadie más. Nuestras comunidades de alrededor crecen, nosotros no.
Ni a PSOE; ni a PP; ni a Ciudadanos, ni a Unidas Podemos… a ninguno de ustedes aquí presentes, representantes de los logroñeses, les he escuchado una palabra sobre ello. Todos habéis callado porque os plegáis a lo que os imponen vuestros partidos en lugar de dar la cara por el progreso de La Rioja, de Logroño.
Cada vez estamos más aislados, cada vez seremos menos competitivos si no empezamos a defendernos y a implicarnos. Por eso les pido que se unan sinceramente al Partido Riojano para salir del atolladero empleando nuestras propias fuerzas.
Y para ello tenemos que plantar cara al Gobierno central y también ser exigentes con el Gobierno regional pero, además, impulsar desde la administración local proyectos clave para la ciudad como el Centro de la Cultura del Rioja. Para el Partido Riojano es motor de turismo, de identidad cultural vinícola y lo que uno espera encontrar en la capital de la tierra con nombre de vino.
Confío en este equipo de Gobierno para que por fin podamos abrir este magnífico centro por el que el Partido Riojano tanto ha luchado.
Señoras y señores, hablaba al principio de que la pandemia nos ha cambiado.
En estos meses hemos visto cosas que nunca hubiéramos creído ni llegado a atisbar. Llevamos mascarilla y guardamos metros de separación, hemos estado encerrados en casa, trabajando en equipo por videoconferencia; los bares y comercios han bajado la verja y las empresas cesado su actividad; los coches de policía han recorrido la ciudad avisando de que no podíamos salir a la calle, a día de hoy es imposible reunirnos con más de seis amigos y hace tiempo que hemos tenido que prescindir de los abrazos y los besos. Es indudable que no somos los que éramos.
Pero de nosotros dependerá hacia dónde se produzca ese cambio, tanto individual como colectivamente. El reto es grande, pero Logroño y La Rioja más.
