Agricultura

La industria del champiñón se renueva con un bioestimulante sostenible

El champiñón es un cultivo singular, con unos requerimientos agronómicos particulares y alta sensibilidad a patógenos fúngicos, que provocan grandes pérdidas a los productores. Aunque históricamente se han empleado fungicidas químicos (pesticidas) para combatir estos patógenos, actualmente, las limitaciones regulatorias respecto al uso de pesticidas y una creciente conciencia en el consumidor están exigiendo desarrollar soluciones alternativas.

El nuevo proyecto que comienza este lunes tiene por objeto dar respuesta a estas nuevas necesidades. BIOSCHAMP nace como una solución integrada para luchar contra los retos del cultivo del champiñón: un sustrato sostenible alternativo y bioestimulante para cultivo de champiñón, el cual reducirá la dependencia y uso de pesticidas y contribuirá a mejorar la productividad, la sostenibilidad y la rentabilidad del sector del champiñón europeo.

Se trata de una iniciativa internacional de tres años y medio de duración que concluirá en abril de 2024. Como coordinadora del proyecto se encuentra la Asociación Profesional de Productores de Sustratos y Hongos de La Rioja, Navarra y Aragón (ASOCHAMP-CTICH) en España.

Cuenta con la participación de 12 socios provenientes de 6 países: ASOCHAMP-CTICH (ES), Inagro vzw (BE), Stichting Wageningen Research (NL), CSIC (ES), Fertinagro Biotech (ES), Ekofungi (RS), Innovarum (ES), EUROCHAMP (ES), Kekkilä-BVB (NL), NF Fibre B.V. (NL), Uprawa Grzybów Łukasz Kiwała (PL) y la Universidad de Oxford (UK). En total, el proyecto reune a cinco Centros Tecnológicos de investigación, tres grandes compañías y cuatro PYME.

El proyecto BIOSCHAMP cuenta con fondos del Programa de la Comisión Europea Horizonte 2020 bajo el tema SFS-04-2019-2020 – ‘Integrated health approaches and alternatives to pesticide use’ (Nº del Acuerdo de Subvención: 101000651) y cuenta con presupuesto global de 4,2 millones de euros. Las actualizaciones y noticias se publicarán en su web y redes sociales (Twitter y LinkedIn).

La industria del champiñón desempeña un papel clave en el sector agroalimentario de la Unión Europea, ya que, nutricionalmente, proporciona alternativas vegetales a las proteínas animales y es una fuente de vitamina D y selenio. Económicamente, está valorada en 33,7 millones de euros (2017) y las proyecciones indican que alcanzará los 66,8 millones en 2026 (CARG +7,9%).

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