Para un verdadero aficionado, el fútbol es mucho más que un deporte. Es un estilo de vida asociado a ritos innegociables cuando se trata de animar a sus ídolos. Y en la ceremonia que supone presenciar un partido de su equipo gana terreno a pasos agigantados el vino como compañero de viaje.
Así se desprende del estudio ‘Vino y fútbol: un maridaje en ascenso’, desarrollado por Marqués del Atrio, el vino oficial de LaLiga. Sus resultados destacan que el consumo de vino gana presencia entre los momentos de ocio vinculados al visionado de los partidos del deporte rey. La cerveza sigue siendo el líder de la categoría (cuatro de cada cinco futboleros lo elige como bebida preferente para jalear a los suyos en la tele), pero el vino recupera terreno y el 24 por ciento de los consumidores se aferra a su copa como parte de la liturgia futbolera.
Ahora bien, la ‘remontada’ vinícola se acentúa en ámbitos alejados a la pantalla de televisión. Según al estudio, la cerveza sigue mandando como primera opción para un 79 por ciento de los hinchas, pero el vino se le acerca con un 72 por ciento de seguidores.
Nos vemos en los bares
Este año, por desgracia, hemos descubierto cómo de importante es el escenario donde animar a nuestro equipo. Con la imposibilidad de asistir a los estadios de fútbol en Primera y Segunda División, los bares se erigen como la gran preferencia para ver fútbol en compañía. La mayor parte del consumo de vino durante los momentos de ocio se produce en establecimientos de hostelería (64 por ciento), mientras que el visionado de partidos se sitúa en un 51 por ciento de las preferencias y aumenta el hogar como escenario para el consumo de bebida en días sin fútbol.
Donde no hay dudas es al elegir a quién queremos a nuestro lado cuando el equipo de nuestros amores pelea por los tres puntos en juego: los amigos ganan terreno y son la opción del 74 por ciento de los encuestados en el estudio, mientras que la compañía de la pareja decae hasta el 34 por ciento. El análisis va más allá: quienes prefieren amigos antes que pareja son, fundamentalmente, los consumidores más jóvenes y los de la horquilla de entre 35 y 49 años.
Vino e historia
En los últimos años, las bodegas se afanan en descubrir la fórmula para seducir a los consumidores más jóvenes, tradicionalmente más interesados en el consumo de cerveza. A este respecto, el estudio ‘Vino y fútbol’ asegura que un 52 por ciento de los jóvenes de entre 25 y 34 años afirma que “que cada vez se interesan más por el vino, su degustación y su historia. Es el porcentaje más alto entre las distintas edades, siendo un 46% el total de los son consumidores que se interesan por este tipo de información”.
