Poco a poco, y gracias a un ejercicio de superación para adaptarse a la mal llamada ‘nueva normalidad’, los espacios de referencia de la cultura riojana vuelven a ponerse en pie. El último ejemplo lo encontramos en Sala Negra de Logroño, que este fin de semana volverá a abrir sus puertas por primera vez desde que se decretara el estado de alarma.
Lo hará este fin de semana con las representaciones de ‘Piedra y encrucijada’, el viernes y el sábado a manos de la compañía valenciana ‘La Hongaresa’. Aunque la función comienza a las 20:30 horas, los responsables del recinto han anunciado que abrirán sus puertas media hora antes para favorecer un acceso escalonado de los espectadores, con “mucho gel hidroalcohólico, distancia interpersonal y muchas ganas de disfrutar del teatro”.
Para adaptarse a la actual situación, la sala ha reducido notablemente su aforo (pasando de 130 butacas a cuarenta), respetando la distancia de seguridad (considerando grupos familiares), se impone el uso de la mascarilla en todo el recinto y se dispensará gel hidroalcohólico a la entrada de la sala.
Cuando finalicen las funciones, los espectadores abandonarán el recinto de forma escalonada y se procederá a la desinfección de la sala. Otra de las novedades radica en el hecho de que las entradas solo se podrán adquirir a través de la página web y Sala Negra ha habilitado una ‘Fila 0’ para que quienes lo deseen puedan apoyar el proyecto de la sala mediante donativos de seis euros.
