Llega el Día de San Mateo con cerca de setenta millones de kilos vendimiados. Se acabaron las bromas. Las ‘tintas’ comenzaron a entrar en bodega el pasado 8 de septiembre -lo anterior era testimonial- y los riñones de los agricultores comienzan a resentirse. Corquetes y mascarillas pueblan la región para afrontar la vendimia del COVID-19, esa que llenará las viñas riojanas de vendimiadoras y las vaciará de temporeros.
La vendimia comienza a generalizarse en toda la comarca y todas las zonas ven el ‘pasear’ de los tractores. Mientras en Rioja Oriental ya han cosechado casi cuarenta millones de kilos, en Rioja Alta y Rioja Alavesa todavía no llegan a los veinticho entre las dos. Cuestión de tiempos y maduraciones. La ‘alegría’ va por barrios. El último boletín de maduración constataba un diferente comportamiento en función de la disponibilidad hídrica de los viñedos, manteniendo mejor la acidez en los que disponen de agua y no observándose una maduración alcohólica tan explosiva.
Además, ha señalado como muy significativa la lenta evolución madurativa en los viñedos con producciones altas y ha confirmado también un peso de la baya estabilizado, siendo éste algo superior al de la pasada campaña. En cuanto a tiempos, nuevo adelanto respecto al 2019. ¿El cambio climático? ¿El COVID-19? ¿Las ganas por echarse al campo? Quién sabe ya. Lo cierto es que cada vez hay que sacar antes el corquete y este año no podemos dejar la mascarilla atrás.
En cuanto al precio, gran preocupación de la vendimia 2020, contaba Alberto Gil en el dario ‘La Rioja’ que varias bodegas aplican tablas que apenas superan los 50 céntimos y con contratos en los que el viticultor ‘asume’ cubrir los costes al dejar las uvas. Por suerte, algunas bodegas como Marqués de Riscal y Muga se han desmarcado con precios que llegan hasta los 1,45 euros.
Con estos mimbres arranca una nueva edición de ‘Diario de Vendimia’ en NueveCuatroUno en la que contaremos con una enviada especial a pie de viña: Leire Díez. Ya tiene preparada la libreta, el corquete, la mascarilla y la ilusión. Toca seguir escribiendo historias de la época más apasionante e importante de la región. Ir, ver y contar. Lo de siempre. Periodismo. Y en el horizonte, una cosecha que esperemos vuelva a ser memorable por los relatos que nos deja en los medios y en las botellas.
