La Rioja

Un trabajo a contracorriente para apoyar la investigación contra el cáncer

Nuevas medidas, más restricciones, cambios de última hora … Un encaje de bolillos para lograr que la pandemia no arruine el escenario de una nueva edición de la Carrera de la Mujer que este año cumple su primer lustro. A lo largo de esta semana, muchas de las más de 11.000 corredoras inscritas se han enfundado la camiseta rosa, el dorsal y, por supuesto, la mascarilla, para salir a las calles de sus municipios a apoyar y reivindicar en ‘petit comité’ la investigación contra el cáncer.

Vicenta Pascual, residente en Camprovín, ha sido una de ellas. A sus 62 años, y tras superar un cáncer de mamá diagnosticado en mayo de 2018, ha recurrido a la compañía de sus hijas para salir a caminar. Vicenta incide en la importancia de la investigación y la colaboración porque “la andadura en este mundo es muy caótica, superando revisión tras revisión pero con la incertidumbre del futuro”.

Sin embargo, su paso por la Asociación Española Contra el Cáncer en La Rioja le ha revelado que el camino es, a su vez, “muy valioso” para crecer como persona. “Ya no siento miedo ni vergüenza; soy más valiente y me centro en vivir gracias al apoyo recibido por voluntarias y pacientes de la asociación. Algo bueno dentro de todo este caos”, sentencia tajante.

Mónica Peña ha optado por salir con su camiseta todas las mañanas para concienciar de la importancia de esta lucha: “Es necesario visibilizar y defender la labor de investigación, lo que se consigue con iniciativas y proyectos como este que, con ya cinco años a sus espaldas, demuestran que mantienen la gran acogida entre el público riojano”.

La lucha de Mónica, que comenzó en agosto de 2019, todavía no ha terminado pero sabe a quién tiene a su lado. “No es lo habitual, pero siempre hay personas que se bajan de tu carro porque no soportan la presión de la enfermedad. Otras, en cambio, se suben y te asombran por su ayuda y apoyo prestados. Eso es lo que realmente importa porque no siempre puedes hacerte la fuerte y es en ese momento cuando AECC también está ahí”, manifiesta.

Organización a contracorriente

Voluntarias y miembros de AECC no han tirado la toalla a pesar de las trabas puestas a raíz del COVID-19. “Han sido 11.000 paquetes con todo su equipamiento que en apenas dos semanas se han tenido que preparar personalmente y enviar por correo postal a cada una de las inscritas”, explica la presidenta de AECC, Elena Eguizábal. Una organización a contracorriente cuyo resultado se ha reflejado en los vídeos y fotos que las participantes han compartido tanto con la asociación como en las redes sociales.

Elena Eguizábal, presidenta de AECC La Rioja.

La anulación de la carrera no era una opción. “Había que celebrarla como fuera, semipresencial o virtual, pero no podíamos perder la oportunidad de las cuatro becas de investigación en los laboratorios del CIBIR y la Universidad de La Rioja, ya que los fondos para ellas salen íntegramente de lo recaudado en estas carreras. Dos personas ya se han incorporado desde el pasado 1 de septiembre a la labor de investigación”, indica la presidenta.

Este domingo, los organizadores y patrocinadores de la prueba han recibido su recompensa en forma de una entrega de premios que vuelve a constatar el éxito de una cita que se ha convertido ya en ineludible en la comunidad y que confirma que no hay nada que intimide a las riojanas a la hora de plantarle cara al cáncer.

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