La Comisión Gestora de la RFEF ha aprobado el Programa Impulso 23 para la nueva temporada, que contará con un importe de 29 millones de euros destinados a los clubes de Segunda B y Tercera División.
Esta cifra supone un aumento del 4,7 por ciento con respecto a la temporada pasada (más de un millón de euros). Se trata de una ayuda muy necesaria para el fútbol modesto, más en estos tiempos convulsos por naturaleza. Clubes como el Calahorra, el Haro y la SD Logroñés lo agradecerán.
Todos los clubes de Segunda B y Tercera que no sean dependientes o filiales de clubes profesionales (450, en total) tendrán acceso a estas ayudas, que se incrementan por cada partido disputado y mes de competición. Por otro lado, en Segunda B aumenta la cantidad a percibir por participación y se libera el pago por arbitrajes para facilitar el recibir otras ayudas por este mismo concepto.
Estas ayudas serán abonadas con carácter periódico desde el inicio de la temporada, y a las mismas se unirán las del programa Cantera de Valores, las ayudas por desplazamientos insulares (más de un millón de euros), el programa de balones de Adidas o el programa Scouting equipos de Segunda B.
