UD Logroñés

Arnedo vuelve a sonreír 992 días después: “He llorado porque veía que quería y no podía”

Álvaro Arnedo | Foto: Eduardo del Campo

Corría el minuto 40 de un Arenas de Getxo – UD Logroñés cuando la carrera futbolística de Álvaro Arnedo (9 de junio de 1996, Logroño) sufrió un duro revés que le cambiaría la vida para siempre. Jueves Santo de 2018. Una Semana Santa que el futbolista riojano siempre querrá borrar de su memoria. Dos años y medio después ha vuelto a vestir la camiseta blanquirroja. 992 días después de caer lesionado en su rodilla izquierda en el césped de Gobela, la afición vuelve a ver a ese centrocampista desgarbado y atrevido que con 21 años ya apuntaba maneras para hacerse con la batuta del equipo en la categoría de bronce. Ahora tiene 24 y todos cruzan los dedos para que siga siendo el mismo.

Cuando Arnedo ‘dejó’ de jugar no había pandemia y el fútbol profesional era sólo un sueño en las mentes de los aficionados del Logroñés. Ahora esas dos circunstancias son una realidad y el joven mediocentro ha vuelto a disfrutar de varios minutos sobre el verde. Ha sido este domingo con el Mirandés como rival en Las Gaunas. Último test de pretemporada a seis días de que comience la liga en El Molinón frente al Sporting. “Me he notado bastante bien. Es la primera vez que me podéis ver jugando, pero el debut que llevo dentro es el de hace unos meses en los entrenamientos de preparación contra el Castellón”, ha señalado el ‘nuevo fichaje’ de Sergio Rodríguez.

Álvaro Arnedo | Foto: Eduardo del Campo

Nada más abandonar el estadio, con las piernas aún calientes y el corazón bajando las pulsaciones, Arnedo ha atendido a NueveCuatroUno reconociendo que no le ha dado tiempo a sentir mucho: “Estaba concentrado y sólo quería disfrutar de los quince minutos que me ha dado el míster, aportar todo lo que podía y demostrar que puedo estar en el equipo”. Tres veces ha tenido que pasar por el quirófano en estos treinta meses hasta que ha podido volver a sentirse futbolista. El pasado mes de junio se incorporó a los entrenamientos con sus compañeros. El club de sus amores sabía que podía esperarle.

“Ha sido un proceso muy complicado y he tenido altibajos. Pensaba que nunca iba a salir del pozo. He llorado porque veía que quería y no podía, pero hubo un momento en el que caí, me levanté y pude seguir adelante”, ha confesado el centrocampista, aunque nunca dejó de trabajar: “Físicamente me encuentro bien y me noto con mucha confianza. Los miedos ya están atrás. Hoy sólo estaba concentrado, me he notado muy bien y he podido volver a disfrutarlo”.

No ha sido un camino de rosas para Álvaro Arnedo. Sólo él y su gente más cercana conoce la oscuridad del túnel recorrido. “He tenido muchas recaídas. Muchas veces de las que lo he intentado me salía un dolor. Una vez empecé a correr con rabia y me lo tomé como ahora o nunca. Tuve la suerte de que en esa carrera me empecé a notar bien y vi que la rodilla me respondía, así que seguí corriendo”. Lo mismo los días siguientes. Y los siguientes. Y los siguientes. Hasta hoy. Vuelta a vestirse de corto 992 días después. Más de 85 millones de segundos en los que no ha dejado de pensar ni un segundo en el momento vivido este domingo.

Mala fortuna

Y es que Arnedo parece haber recibido un mal de ojo. Además de las recaídas en su maltrecha rodilla, esta pretemporada también está siendo “peculiar” para el centrocampista. “Tuve la mala fortuna de coger el COVID-19, pero desde el club siempre me han transmitido tranquilidad. Sergio Rodríguez se ha preocupado mucho por mí y se lo agradezco. Cuando me incorporé, volvieron los consejos que siempre me da con lo que busca y quiere de mí”. Totalmente recuperado, ya sólo mira hacia el futuro.

La luz del final del túnel. ¿Un deseo para la temporada? “Que la UD Logroñés se mantenga en Segunda División”. ¿Y a nivel personal. “No sabría decirte. Para mí ya es un sueño estar en este equipo, lo disfruto y lo siento en el corazón. Me voy a dejar la piel y todo lo que tenga por este escudo”.

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