Ante el caso del perro de raza chihuaha enviado a través de mensajería al que se hacía referencia en un reportaje sobre abandono animal, y que según Beatriz Martínez, presidenta de Animales Rioja, llegó ya cadáver, la empresa de transportes implicada en el asunto nos remite la siguiente aclaración:
“La perra la adquirió por internet en un criadero y cuando llegó a nuestro establecimiento avisamos que la perra no estaba en buen estado”, explican desde MRW. “La clienta la llevó al veterinario, que confirmó que el pobre perrillo tenía parvovirus y le dijo que era conveniente no moverla del hospital veterinario. Aún así la compradora lo retiró y nos lo trajo a nuestras instalaciones para devolverlo al criadero”.
Así, al ver que el animal no estaba en condiciones de viajar, desde MRW trataron de ponerse en contacto con la clienta, “que no atendía el teléfono y hablamos con el veterinario para que tratase de localizarla también”.
“Al paso de unos días apareció la clienta (temerosa supongo de recibir una denuncia por abandono animal) y al parecer dejó el perro en el veterinario que tramitó la adopción con Animales Rioja”, explican. Finalmente, el perro falleció a causa de Parvovirus.
Asimismo, MRW ha afirmado su compromiso con los animales, considerándose, además, empresa “animal friendly”. “Si un animal no puede ser entregado al cliente porque en ese momento está ausente del domicilio, el animal lo llevamos a una instalación veterinaria para que pase la noche allí, corriendo la empresa con los costes”, explican. Asimismo, aclaran que cuentan con licencia de la Comunidad Autónoma de La Rioja en vigor que les acredita como transportistas de animales vivos, “para lo cual hay que cumplir unos exigentes requisitos para poder transportarlos (en cuanto a jaulas, mantenimiento del animal en el transporte, entrega del mismo, etc.)”.
