Vaya por delante que no es un hábito que recomendemos por estos lares, pero hay personas que emplean métodos peculiares para medir la temperatura en sus calles. Una de ellas, por ejemplo, consiste en romper un huevo en el asfalto y cronometrar cuánto tiempo tarda en freírse. Pongamos que en cada municipio de La Rioja han seguido este método y deduciremos que el vencedor de la competición ha sido este jueves un jarrero.
Porque en ningún otro lugar como en Haro se ha dejado notar el ascenso de las temperaturas, con termómetros que han coqueteado con los 40 grados en la ciudad. Con 37,1 (la sensación térmica es otro cantar), la capital riojalteña ha marcado la máxima más alta de La Rioja en torno a las cinco y media de la tarde, según la información recogida por las estaciones meteorológicas de SOS Rioja.
En el resto de localidades no le han ido demasiado a la zaga, ya que las máximas han escalado los 30 grados por sistema (con las únicas excepciones de Moncalvillo, con 26,5 grados; Ocón, con 28,8; y Santa Marina, con 29,9 grados).
La ‘medalla de plata’ en esta sofocante jornada se la cuelgan al cuello los alfareños, que han sufrido máximas de 36,7 grados; mientras que el ‘bronce’ es para Calahorra y sus 36,1 grados. En Logroño los vecinos han dudado si abrir el horno para refrescar la casa o mantenerlo cerrado, pues los 35 grados reflejados en los termómetros han deparado un jueves ‘calentito, calentito’.
De todos modos, no podemos más que enviar ánimos a todos los amables lectores que nos siguen desde La Rioja, pues la caldera no ha hecho sino coger temperatura. Para este viernes, el nivel de alerta de la Aemet se eleva a ‘naranja’, con temperaturas un par de grados por encima de las registradas hoy. Aun así, el ‘premio gordo’ llegará en la jornada del sábado, con la amenaza de que los termómetros se eleven hasta los 41 grados. Valor y al abanico.
