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Los sindicatos exigen gorras y crema solar para los carteros de Correos

CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en Correos, han denunciado este miércoles que la empresa se niega a facilitar medidas de protección a los trabajadores que realizan las tareas de reparto en la calle. Ambas organizaciones vienen denunciando ante la empresa desde hace años “el peligro que para este colectivo supone el calor extremo y la radiación solar ultravioleta, ya que la mayor parte de su jornada transcurre a la intemperie”.

A pesar de ello, la dirección sigue sin querer admitir la necesidad de utilizar protección solar, algo que los sindicatos entienden que se hace solo por evitar el coste económico que supone.

Ambas organizaciones sindicales han presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo en la provincia de La Rioja, exigiendo que se faciliten como equipo de protección cremas protectoras, gorras y uniformes adecuados a todos los trabajadores. Además, “queremos que de una vez por todas se aborden medidas de organización del trabajo y se realicen contrataciones suficientes en vacaciones, de manera que se puedan reducir los tiempos de exposición en las horas de mayor riesgo, que son las que abarcan las tareas de reparto, incluyendo los turnos de tarde para entrega de notificaciones”.

También han denunciado que son muchos los centros de trabajo y oficinas donde la climatización es obsoleta o insuficiente, por lo que ante las temperaturas extremas y olas de calor en muchos de ellos se mantienen unas condiciones de trabajo al límite de lo soportable.

Una falta de inversión y previsión ante un problema que no es nuevo, y que también preocupa a los sindicatos, ya que “un deficiente mantenimiento añade el riesgo de que sean una vía de contagio del coronavirus SARS- CoV2”.

La salud laboral en Correos ha sido objeto de polémica por las decisiones adoptadas por Juan Manuel Serrano, presidente de la compañía, durante las semanas más duras de la crisis sanitaria, en las que se obligó a los trabajadores a salir a reparto y abrir las oficinas a pesar de no disponer de ningún medio de protección, poniendo al colectivo de Correos como segundo en contagios tras el sanitario.

La falta de guantes, mascarillas y geles ocasionó que el índice de contagio de COVID en la empresa pública se disparase, y solo por la presión ejercida por las organizaciones sindicales pudo reconducirse. Los sindicatos denunciantes advirtieron que no permitirían que un año más se ignore el riesgo que supone el calor y la radiación solar, porque las consecuencias pueden ser muy graves, como son el golpe de calor y a la larga incluso la aparición de enfermedades como el melanoma. “La dirección y su presidente no pueden seguir gastando millones en marketing publicitario, mientras se desprecia la salud de los trabajadores”.

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