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La historia también se escribe en Logroño: los aficionados juegan desde el Parque Gallarza

Se notaba que no era un sábado más. Desde la mañana las camisetas de la UD Logroñés ya se dejaban ver por las calles de la ciudad. Logroño sabe que este 18 de julio el fútbol puede darnos una de las mayores alegrías que llevamos esperando veinte años.

El vermú ya ha sido blanquirrojo. La zona de República Argentina y el parque Gallarza se vestía de bufandas, banderas y, sobre todo, esperanza. La tarde empezaba con los primeros aficionados llegando con ganas, nervios y color. “Que se oiga desde aquí, ¡nos vamos a segunda con el Logroñés!”. Muchos de los seguidores habían soñado con ver en directo, en el campo y con sus jugadores el esperado partido, pero la pandemia del COVID-19 ha hecho de esta cita algo particular. “No importa. Nosotros estamos con ellos, desde aquí y desde donde haga falta. El equipo lo sabe y seguro que siente nuestra fuerza en el campo”, explica un joven bandera en mano.

Las bengalas, los cánticos y las bufandas al viento llenaban la zona. El dispositivo policial ha estado alerta en todo momento y la situación no se ha descontrolado. Poco a poco los aficionados han ido cogiendo sitio en los bares y en el parque solo quedaban niños jugando, eso sí, al fútbol. La historia se escribe este sábado desde Málaga y, en especial, desde Logroño.

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