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Crisis en el deporte riojano: solo se salva el fútbol

El Voleibol Logroño disputa un encuentro/ Fuente: Voleibol Logroño

Mientras el fútbol riojano vive uno de sus mejores momentos de las últimas dos décadas, con la UD Logroñés a un paso de subir a Segunda, el EDF en la élite del fútbol femenino nacional y tres equipos riojanos asegurados en Segunda B para la próxima campaña, la progresión del resto de disciplinas deportivas no es tan prometedora. La crisis ocasionada por el coronavirus ha hecho mella y ya nada será como antes.

El caso más llamativo ha sido la desaparición del Voleibol Logroño, el club más laureado de la historia de la región (seis Superligas, seis Copas y seis Supercopas) y dominador absoluto a nivel nacional durante los últimos años. La falta de recursos económicos obligó al club renunciar a su plaza en la máxima categoría, aunque todavía mantiene su estructura de cantera. Por tanto, el Haro Rioja Voley se queda ahora como único representante regional en la élite.

Fuente: Haro Rioja Voley

Pese a los éxitos deportivos y los numerosos títulos, la entidad logroñesa nunca consiguió reunir un gran apoyo social en las gradas. La situación venía siendo complicada desde las últimas temporadas: la entidad había renunciado a jugar en Europa en los despachos, a pesar de sí cumplir los méritos deportivos. Harto del cúmulo de circunstancias, su presidente Carlos Arratia dijo basta a principios de junio.

Al MayDeco le correspondían 119.000 euros del Ejecutivo regional y 113.146 del Ayuntamiento de Logroño (el 61,09% de su presupuesto). En total, 377.000 euros para mantener todo el equipo en la temporada 19-20, una cantidad que se ha demostrado insuficiente para poder construir un proceso sólido.

El balonmano tampoco pasa su mejor momento

Otro equipo femenino de la ciudad, en este caso el Sporting La Rioja, que milita en la Segunda División de balonmano femenino, renunció a la disputa de la fase de ascenso a Primera. El club lleva años tratando de alcanzar la máxima categoría, pero no posee los recursos monetarios suficientes como para afrontar ese paso. Durante el pasado curso, recibió 99.597 euros de subvenciones públicas y 68.809 de fondos propios, para hacer un total de 168.406 euros.

Mucho más apoyo institucional recibe el BM Logroño, que cubrió el 82 por ciento de su presupuesto en fondos públicos (583.688 euros desde el Consistorio y 289.974 desde la Comunidad). Una cantidad que puede verse sensiblemente reducida para la próxima temporada, ya que el equipo no sabe si podrá competir en Europa. Y claro, figurar o no entre los mejores equipos del Viejo Continente puede suponer cientos de miles de euros de diferencia en las arcas del club.

¿Y qué pasa con la canasta?

Mientras el Campus Promete ha logrado un hueco entre las mejores del baloncesto nacional, la situación del Clavijo es bien diferente. Hace seis años, el equipo alcanzó un playoff de ascenso a Liga ACB. En la actualidad, acumula dos temporadas luchando por no retornar a la Liga EBA, categoría que el club logró superar en 2013. El club solo sabe que repetirá presencia en LEB Plata, aunque no conoce más detalles de la próxima campaña.

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