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La UD Logroñés afronta con normalidad sus días más decisivos

Un día menos en la cuenta atrás para el decisivo Castellón – UD Logroñés (La Rosaleda, sábado 18 de julio, 22 horas) y una nueva sesión de entrenamiento para los blanquirrojos, desarrollada casi íntegramente en el césped natural del Mundial 82. Se acerca el día decisivo y la ilusión se percibe en el vestuario. A pesar de la importancia de estos días, las bromas y las sonrisas no dejan de producirse. Eso sí, todo ello fuera del campo. Una vez toca trabajar, los semblantes se transforman y las cámaras se alejan antes de la gran final.

Tras cuatro meses de parón por la crisis del coronavirus, las incógnitas sobre el estado competitivo de todos los equipos son elevadas. La plantilla disputó un amistoso ante el Bilbao Athletic (derrota 1-0) y jugará otro partidillo este mismo sábado en Las Gaunas. No tendrá un rival propiamente dicho, pero sí podrá poner a prueba la competitividad entre todos los futbolistas, con especial hincapié en evitar las lesiones de cara a este tramo final.

La sensación que transmite el equipo riojano es de tranquilidad. Podría ser un tópico, pero al observar el comportamiento de todos los futbolistas así se percibe. Obviamente, la última semana será de blindaje máximo al exterior, como cabría esperar en cualquier circunstancia parecida. Pero hasta entonces, nada cambia la actitud de unos jugadores que ponderan la importancia del largo plazo y de la constancia por encima de los resultados.

Una actitud que llevó al equipo a ser campeón del Grupo II (62 puntos), distanciándose en trece de la Cultural Leonesa (49) y siendo el bloque con mejor rendimiento de toda la categoría. No existen motivos para cambiar de estrategia, tal y como afirma Sergio Rodríguez, el entrenador, en cada rueda de prensa.

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