Cuando alguien piensa en Logroño y en un río la mente siempre va a parar al Ebro, pero el Parque del Iregua ha transformado a este segundo en el verdadero lugar de baño y recreo de la ciudad.
A falta de que uno se pueda bañar en el Ebro, aunque se realicen actividades acuáticas como piragüismo, los logroñeses -sobre todo los más jóvenes- han optado por la zona este de la ciudad para pasar a remojo las tardes de la primavera y el verano.
Con el fin de las clases y la llegada del buen tiempo, decenas de logroñeses hacen del Iregua el sitio de su recreo, entre merendolas, bicicletas, mascotas y muchas risas. Es cuestión de tiempo que a todo lo anterior se sume la instalación de servicios como cafeterías o restaurantes donde acompañar la experiencia con helados y algún aperitivo. ¿Quién dijo que Logroño no tiene playa?
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