La Rioja

El sector TIC, principal motor de transformación social y económica para La Rioja

El sector TIC ha vivido la crisis sanitaria y económica del COVID19 con una gran responsabilidad. Su posición como sector clave y actividad esencial para la sociedad y el resto de los sectores, se ha visto afianzada y ya no se puede poner en duda.

El sector TIC y qué necesita para su recuperación

Las empresas TIC riojanas, durante estos meses, han tenido que trabajar a contrarreloj, para que el resto de los sectores y la sociedad en general, contasen con las herramientas necesarias para afrontar la crisis de la mejor manera posible e intentar minimizar los inconvenientes que se estaban planteando. Esto nos ha permitido, teletrabajar, formarnos e incluso relacionarnos, en esos momentos en los que nos encontrábamos aislados en nuestras casas. El confinamiento para contener el virus «nos obligó a todos a teletrabajar y la tecnología se ha puesto encima de la mesa como algo absolutamente necesario para continuar la actividad social y económica.

La complicada situación originada por la crisis sanitaria en todos los sectores económicos, como no podía ser de otra manera, ha sido extensible a las empresas del sector TIC riojano, y estas han sufrido también la crisis sobre su negocio, con una disminución de la actividad, falta de suministros, cancelación de proyectos, que han desencadenado lógicamente en una merma de la facturación y de los ingresos, y que en algunos casos, ha derivado en falta de liquidez. Esto no deja de ser, una consecuencia directa de la grave situación económica que están atravesando el resto de los sectores, que conforman los clientes a los que las empresas del sector TIC proveen de productos y servicios.

Podemos afirmar, con toda seguridad, que la base de la recuperación económica del país y de la región, va a pasar por el firme apoyo a la innovación, la digitalización y la formación. Por tanto, ¿Qué necesita el sector TIC riojano? Necesitamos, una estrecha colaboración con la administración pública riojana, trabajar hombro con hombro, a través de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja y Gobierno de La Rioja con el fin de dinamizar proyectos concretos, que fomenten que las empresas de cualquier sector industrial tengan mayor facilidad para obtener recursos para optimizar y hacer más competitivas sus organizaciones gracias a la digitalización.

Necesitamos trazar un plan para la reactivación de la actividad riojana, en el que deben tenerse en cuenta las demandas del sector TIC, que no tienen otro objetivo que impulsar la recuperación del resto de los sectores gracias al impulso de la tecnología. Me atrevería a hablar de un Pacto regional para la digitalización que cuente con el apoyo de todos los grupos parlamentarios.

Este apoyo de las administraciones públicas, debe materializarse en la puesta en marcha de líneas específicas de inversión directa sobre el sector TIC, en su papel de actor principal de la transformación social y económica. No debemos olvidar tampoco, que las TIC configuran por sí mismas un sector económico, con su propia capacidad de aportación de empleos, inversiones y, al fin y al cabo, riqueza a la economía de la región y del país.

Además de esto, es necesario que las medidas que se tomen, impulsen la digitalización del resto de los sectores, como punto indispensable para la aceleración de la recuperación económica de la región y por supuesto del país, en todo esto, a nivel regional la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja juega un papel muy importante.

Para todo ello, destacar el papel esencial que por ejemplo juega la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja, con sus líneas de ayuda, cuya salida se ha visto retrasada por el COVID, y que pueden además de tratar de frenar en lo posible la desaceleración en las inversiones en materia de I+D, , servir para mejorar las oportunidades de negocio de las empresas.

También indicar la preocupación del sector con respecto a los Concursos públicos, es necesario que los contratos posean el número suficiente de lotes, como así lo marca la ley de contratos, que haga que se favorezca la competencia y el acceso de las pymes riojanas a estos concursos. No nos olvidemos tampoco, de la necesidad de apoyo a la I+D. Dado que las actividades de I+D+i tienen habitualmente una duración plurianual, las decisiones de inversión o no inversión en una época de incertidumbre como la que vivimos, tienen impacto durante los años siguientes. Los periodos de crisis e incertidumbre impactan de forma significativa sobre los volúmenes de inversión en I+D+i bien de forma inmediata, si los proyectos pueden paralizarse, o en los años siguientes.

Destacar la posición de liderazgo riojana en porcentaje de empresas innovadoras, muy por encima del valor a nivel nacional, lo que nos indica que hay una base sobre la que construir y que debemos de fomentar su sostenibilidad.

Por últimos, es necesario, poner el foco en la reducción de la brecha digital algo que ha sido patente que existía tanto en las empresas como en las AAPP y la sociedad en general. Sin olvidar tampoco el apoyo a la formación de los profesionales STEM/TIC que requieren y requerirán las empresas del futuro, algo con lo que el sector TIC está desde hace años ampliamente comprometido, con una estrecha colaboración en la formación de los profesionales del futuro.

Digitalización de otros sectores

En la era post COVID19, nos vamos a encontrar con un país inmerso en una crisis económica que ya se estima peor que la del 2008, por lo que será necesario que todos centremos nuestros esfuerzos además de en temas sociales y sanitarios, en la reactivación económica de nuestra región. La digitalización se impone como punto clave para llevar a cabo está misión.

Las nuevas tecnologías digitales constituyen el principal motor de transformación social y económica, y la mayor fuente de competitividad, impactando directamente tanto en las empresas, como en las Administraciones Públicas y en los ciudadanos. En este sentido, las empresas y las economías a las que pertenecen dichas empresas nos enfrentamos en la actualidad al reto de la transformación digital. Desde Europa coinciden en que una economía digital fuerte es vital para la innovación, el crecimiento, el empleo y la competitividad.

Por tanto, debemos poner todos nuestros esfuerzos en digitalizar la industria y los sectores tradicionales para hacerlos más competitivos y conseguir a través de ellos, dar el impulso necesario a la economía riojana. Las pymes y micropymes, que constituyen la mayor parte de nuestro tejido empresarial, son las que se encuentran en peor situación con diferencia, aunque casi en su totalidad cuentan con herramientas TIC básicas, no es así con otras tecnologías como el big data, la robótica, la inteligencia artificial, herramientas que se van a convertir en diferenciadoras y claves para la mejora de la competitividad de las empresas supervivientes al COVID19.

Existe un estudio realizado por BBVA Research en 2018, que indica que si La Rioja incrementase su nivel de digitalización hasta los niveles de la Comunidad de Madrid, su productividad podría verse incrementada un 6,9 por ciento. A su vez, la Agenda Digital Española indica que el sector TIC contribuye al cincuenta por ciento del incremento de la productividad. Por si eso no fuera suficiente, a estas alturas nadie duda además del efecto tractor de la tecnología sobre el conjunto de la economía. Por su carácter transversal. Las TIC son responsables de más del cuarenta por ciento del crecimiento anual de productividad en la UE, y de casi el 25 por ciento del crecimiento del PIB. En otras palabras el desarrollo y el nivel de salud de la industria y tecnología van a determinar en gran medida el papel futuro de España en el mundo.

No dejemos de lado que nos encontramos también con un gran déficit de especialistas en nuevas tecnologías y este proceso de digitalización va a generar y está generando una gran necesidad de trabajadores cualificados, con una estimación de más de 500.000 vacantes sin cubrir para profesionales de las TIC para el año 2020, lo que hace que no debamos perder el foco en dar valor a la inversión en formación del capital humano sobre todo en el ámbito empresarial y académico de los profesionales que las empresas del futuro van a requerir. Este tipo de perfiles «rayan prácticamente el pleno empleo por la alta demanda de las empresas», circunstancia que no pasa desapercibida en un momento de crisis económica como en el que estamos. En esta próxima revolución tecnológica «las personas van a ser absolutamente vitales, y los perfiles profesionales formados en tecnología serán esenciales».

Subir