Un espacio de convivencia común, cooperación, tolerancia y autonomía: esto es a lo que aspira Riojalar, un proyecto de cooperativa que reúne viviendas colaborativas para personas de entre 50 y 75 años.
Este tipo de iniciativas, en la que las que la cooperativa se autogestiona, es participativa y sin ánimo de lucro, “funcionan muy bien en Europa y empiezan a llegar a nuestro país”, explica la presidenta de Riojalar, Juana Clavero.
La organización tiene como objetivo la construcción de aproximadamente cincuenta alojamientos para dos personas con una superficie de 50 metros cuadrados y zonas de espacio común como salas de estar y multiusos, cocina, biblioteca, gimnasio, comedor, enfermería, trasteros, aparcamientos y zonas verdes. Su ubicación ideal es “aquella que permita el acceso fácil a los servicios mínimos: hospitales, farmacias, tiendas…”. Es decir, cerca de núcleos urbanos que permitan “no desplazarnos en vehículos y seguir teniendo una vida normal, ya que somos gente mayor y buscamos tranquilidad”.
Asimismo, dentro de las instalaciones, los usuarios podrían autogestionar, además de su alojamiento, servicios de asistencia médico-sanitaria o terapia ocupacional, así como desarrollar actividades relacionadas con el deporte, la cultura o la conciencia medioambiental.
Desde Riojalar, destacan de este proyecto la preservación de la autonomía de sus residentes más longevos, así como el desarrollo de la resiliencia en este entorno. “Queremos estar rodeadas de gente joven, de niños, de espacios que compartir con los críos… que tengamos una vida mucho más humana, más sociable que en una residencia de personas mayores”, explican. “Queremos compartir los últimos años de nuestra vida con gente con la que crear lazos, recuperar esa dinámica de vecindad y humanidad”, subraya Clavero.
Un precio asequible para pensionistas
El lugar donde se emplace esta residencia comunitaria es crucial para el precio final de la vivienda y, consciente de ello, Riojalar reivindica la asequibilidad para las carteras de los pensionistas. “Estamos hablando de gente mayor, tendremos que vender nuestras viviendas y aportar los ahorros de toda una vida, invertiremos en esto para tener unos servicios sociales con la filosofía de que nos cuidemos, nos preocupemos y haya otro tipo de relaciones vecinales en los que las personas seamos las protagonistas de nuestras vidas”, reivindica Clavero.
