Crisis del Coronavirus

Los vendedores de la ONCE vuelven a repartir ilusión este lunes

La vuelta a la ‘nueva’ normalidad trae consigo la reapertura este lunes de los 52 puntos de venta de la ONCE con los que cuenta La Rioja. 112 vendedores y vendedoras regresan para seguir llevando la ilusión y retomar el contacto con sus clientes y con las muchas personas que, de forma solidaria, compran los productos de lotería.

Un retorno que se realiza en función de la normativa vigente del proceso de desescalada aprobada por las autoridades y garantizando las medidas de seguridad para vendedores y usuarios. La ONCE ha puesto mascarillas, pantallas, geles desinfectantes y guantes a disposición de los trabajadores para que inicien con precaución su actividad.

María Magdalena Cariñanos es una de esas ‘centinelas de la ilusión’ que volverá “con muchas ganas, sobre todo porque significa que toda esta locura del COVID-19 se está estabilizando”. Son 32 años los que Magdalena lleva trabajando “y nunca he faltado tanto tiempo”. La vuelta a la normalidad les motiva, pero el ver de nuevo a los clientes y saber cómo están es su máximo deseo.

“Siempre me ha gustado mucho mi trabajo, y todo por el tipo de relación que se establece con la gente que viene a comprarte un cupón. Con el tiempo se constituye un vínculo que termina por convertirse en amistad. Te cuentan sus ilusiones, sus sueños, y saber que puedes ser tú el que los hagas realidad es muy especial”, explica.

En octubre, Pedro Vicente Osma cumplirá también 32 años como vendedor afiliado a la ONCE y lo que más ha echado de menos este confinamiento ha sido el trato con la gente. “Hablar con ellos, cambiar impresiones, tener la oportunidad de darles la ilusión de que les puede tocar algo es increíble. Yo siempre digo que mi punto de venta es como un confesionario: todos te cuentan sus cosas y a mi me encanta escucharles”.

María Pilar Baltanás también cuenta las horas para regresar a su punto de venta. Ocho años en este trabajo que es “mi segunda casa. Tengo muchísimas ganas de volver a reencontrarme con el cariño y la ilusión de mi otra familia, que son los clientes. Me han hecho mucha falta estos meses”. Tiempo en el que no ha dejado de recibir llamadas para “saber cómo estaba, cómo me sentía, y cómo estaba llevando el confinamiento. Una de la forma de devolverles estas infinitas muestras de cariño es con nuestro trabajo”.

Por su parte, Miguel Llanos, vendedor con discapacidad, está con ganas renovadas de retomar el contacto con quienes le adquieren los cupones y otros juegos: “En este confinamiento les he echado mucho de menos”. “Tengo muchas ganas de volver a repartir ilusión y ver la felicidad en la cara de los clientes”, concluye.

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