Crisis del Coronavirus

Peatones y tiendas, divididos sobre la ‘nueva’ República Argentina

La pandemia del COVID-19 ha dejado a su paso un nuevo escenario, no solo sanitario, sino económico, político y social. Toca adaptarse a una nueva realidad, al menos transitoria, hasta que nuestras vidas regresen al estado previo a la irrupción de la crisis.n denominada nueva normalidad, se abre ante nosotros.

De entre las muchas medidas que se han llevado a cabo para frenar el contagio, la de la distancia social es la más repetida en los últimos días. Y para ayudar a cumplir este precepto, el Ayuntamiento de Logroño ha puesto en marcha un nuevo plan de movilidad en la ciudad, que desde hace días se aplica en calles como Gonzalo de Berceo, República Argentina, Siete Infantes y Fundición, las elegidas por el consistorio para empezar con la iniciativa. Además, este lunes, se han unido Vara de Rey y el barrio de Madre de Dios.

Precisamente, una de las calles más comerciales de la ciudad, República Argentina, ha visto cómo en las últimas semanas se ha reorganizado para reducir el impacto del coronavirus, ‘ensanchando’ sus aceras para garantizar la distancia entre los peatones. “Está claro que, a nivel de salud, hay que hacer todo lo posible por terminar con el virus, pero esta medida, a los comercios, nos está matando”, señala Cristina, de ‘Bacalaos y más’.

“Hay mucha gente que baja de los pueblos, llega, aparca, compra y se va; y ese movimiento, con estas obras, no lo estamos teniendo ahora”. La propietaria del establecimiento confiesa que abril fue un mes malo, pero mayo no se queda atrás: “Al principio de la pandemia los vecino aparcaban aquí, y fue un lío. Ahora, desde que ha vuelto la zona azul hay más movimiento pero, nosotros, ¿cómo y dónde descargamos?”.

Para Cristina y otros comerciantes de la zona “se podrían haber manejado otras opciones, por ejemplo poner una acera de ida y otra de vuelta, u otra alternativa”. Además, “cada vez que miro hacia la calle veo cómo la gente no utiliza el carril nuevo que han sacado de la carretera, parece que les da miedo por la sensación de que va a venir un coche. Es más, hay muchas motos que lo utilizan para adelantar”.

Carmen, desde la zapatería Pablo Ochoa, también lo tiene claro: “Esto perjudica seriamente a nuestros comercios. Antes la gente venía, aparcaba un poquito en doble fila o en zona azul, recogía algún pedido o venía a por algo en concreto y eso ahora no se puede hacer”. Otra de las desventajas que señalan las tiendas es que “los dos nuevos carriles quitan espacio para aparcar y las personas siguen utilizando las aceras porque quieren ver los escaparates”.

Cintia, por su parte, ve las cosas desde otra perspectiva: “En Logroño hay calles, como esta, muy estrechas y muy transitadas y, la verdad, se agradece este nuevo espacio”. Por ahora la medida le convence, pero teme que “cuando todo esto afloje, volveremos al tráfico y a las calles estrechas”.

Tere, otra comerciante, esta vez de la tienda ‘Carpe Diem 12.13’, teme que la situación se haga permanente. “Estas obras son fatales para las ventas. Particularmente lo estoy notando bastante. Antes, sobre todo los fines de semana, venía mucha gente de los pueblos, aparcaban aquí, veían la tienda y entraban. Ahora, entre la crisis y que es imposible dejar el coche en esta calle, la cosa está cayendo bastante”.

Natalia, clienta de la tienda, entiende perfectamente las quejas de Tere y confiesa que, ella, que vive a las afueras de la ciudad, “cuando bajo al centro a hacer recados lo hago en coche y por estas calles y ahora, con los pocos aparcamientos que hay me tengo que buscar la vida, aparcar mucho más lejos o pagar un parking”.

Javier y Lucía no lo dudan ni un segundo y transitan por el nuevo carril adaptado. “Es una buena idea porque hay más espacio y por lo tanto favorece el distanciamiento tan necesario ahora. Además, a nosotros con el cochecito no viene mejor, y por aquí vamos más tranquilos porque camina menos gente”. Eso sí, Lucía reconoce que, cuando todo esto pase y la ciudad recupere el movimiento habitual, “aquí no se va a poder aparcar y esto va a ser un caos”.

Subir