A principios de mes se confirmó en España el primer caso de gato infectado por coronavirus, el sexto en el mundo. Fue en Cataluña y tras la autopsia del animal se verificó que tenía material genético del SARS-CoV-2. El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) comenzó un proyecto para estudiar el impacto que el nuevo virus tenía en las mascotas. Se pidió ayuda a personas infectadas por el COVID, de tal forma que pudieran llevarse a cabo varias pruebas a través de muestras de sus mascotas con las que desarrollarían pruebas PCR de boca y recto.
Tras varios análisis a diferentes animales, el equipo médico de José Antonio Oteo, director del Centro de Rickettsiosis y Enfermedades Transmitadas por Artrópodos Vectores del CIBIR, ha dado con una raza de gato europea infectado por coronavirus aunque asintomático, según ha desvelado el periódico ABC.
Con los resultados del estudio en la mano, se ha podido confirmar que los gatos pueden infectarse de personas. Cuestión que ha llevado a los expertos a advertir de la importancia de extremar las precauciones para evitar el contagio y la difusión del virus. Por ello, inciden en la importancia de evitar el contacto con el animal y mantener limpias las superficies, evitando que este esté en contacto con las secreciones del enfermo.
El informe aclara que si bien se desconoce si puede haber contagio gato-persona, si hay un contacto muy estrecho podría producirse la transmisión.
